Que Es La Recreacion Y Aprovechamiento Del Tiempo Libre?

Que Es La Recreacion Y Aprovechamiento Del Tiempo Libre
Actividades recreativas y deportivas para el buen uso del tiempo libre en los jóvenes de 19 a 21 años en el sector de Campo Alegre, Puerto La Cruz, Estado Anzoátegui

  • Actividades recreativas y deportivas para el buen uso del tiempo
  • libre en los jóvenes de 19 a 21 años en el sector de
  • Campo Alegre, Puerto La Cruz, Estado Anzoátegui
Profesor de Educación Física (Venezuela) Lic. Freddy Guaina
Resumen

Esta investigación se centra en el diseño se actividades recreativas y deportivas para el fortalecimiento del buen uso del tiempo libre en los jóvenes en edades comprendidas entre 19 a 21 años del sector Campo Alegre, ubicado en Puerto la Cruz, Estado Anzoátegui, puesto que, dichos jóvenes no cuentan con una organización profesional que busque fomentar la parte recreativa, lo cual puede derivar problemas como la drogadicción, delincuencia.

  1. La presente investigación quedó sustentada en la Teoría de la Comunicación y la Teoría Social de Bandura.
  2. Dicho estudio se realizó con una muestra representativa de 15 jóvenes.
  3. La característica de este estudio se ubicó en la metodología de investigación de Campo, porque estuvo en el lugar de los hechos y un nivel descriptivo, porque de manera directa se detallaron los acontecimientos.

Para la recolección de información se aplicó técnicas como la observación directa y la encuesta estructurada en dos partes: la primera referida a los datos personales y la segunda a las dimensiones: aspecto psicosocial, tipología y manifestaciones sociales.

  1. Luego de aplicados los diferentes métodos investigativos, se comprobó, una serie de dificultades que se presentan en la utilización del tiempo libre en los jóvenes presentes en la muestra.
  2. Por lo cual, se hace necesario la aplicación de actividades que busque fortalecer la socialización, motivación, y el desarrollo fisiológico, psicológico y social de los jóvenes de la comunidad El Sector de Campo Alegre.

Puerto La Cruz, Estado Anzoátegui en busca de mejorar su calidad de vida Palabras clave: Comunidad. Recreación. Tiempo Libre. Actividades recreativas y deportivas. EFDeportes.com, Revista Digital, Buenos Aires, Año 19, Nº 195, Agosto de 2014. Introducción En América Latina, existen problemas de distintos órdenes que han impedido el desarrollo.

Entre dichos problemas, se encuentra el factor inseguridad, el cual representa a nivel mundial una de las problemáticas graves dentro de la sociedad, arrastrada por las drogas, vicios nocturnos como la prostitución, homosexualidad, alcoholismo, juegos de azar entre otros; situación de la cual no escapa nuestro país.

En la visión del Secretario General de la ONU, el deporte debe tener un rol en todo el espectro del desarrollo, pues a partir de él se obtiene una generación saludable físicamente y armónicamente desarrollada. En el país se viene realizando una labor extraordinaria en el desarrollo cultural, ideológico, artístico, deportivo y de educación en general, tratando de responder a las necesidades y aspiraciones de cada uno de los miembros de la sociedad.

En correspondencia con esto consideramos que existe una necesidad de realizar actividades físico-recreativas organizadas por entidades responsables que contribuyan al aprovechamiento del tiempo libre de los adolescentes en un espacio ameno, no dado solo para la diversión y el entretenimiento, sino también para el enriquecimiento físico y espiritual.

Las actividades físicas son una realidad social, la cual se extiende por todos los niveles estructurales de la sociedad, siendo objeto de gran organización, provista de un fin en sí mismo, acompañada de una sensación de tensión y de júbilo. Al pasar del tiempo hemos observado que en las comunidades la práctica de los actividades físicas, no se desarrollan por existir poca orientación y organización ya que se carece de un personal calificado o previamente preparado para realizar dichas actividades, es sabido de la intención de muchas personas que expresan uno que otro interés pero le faltan recursos tanto materiales como el conocimiento de las mismas.

Por lo anteriormente expuesto, se considera el desarrollo de actividades recreativas deportivas dentro de las comunidades una herramienta para alcanzar los objetivos de desarrollo de nuestros tiempos y así buscar la reducción de la inseguridad a través del deporte y la realización de actividades físicas que distraigan a la población de las comunidades.

Las actividades recreativas-deportivas constituyen acciones de socialización que tienden a crear vínculos entre los participantes, produciéndose un proceso de identificación entre sí y a la vez con el entorno, contribuyendo también al mejor disfrute y conocimiento de la oferta recreativa y en consecuencia, aumentando el nivel de la satisfacción de las expectativas individuales y la integración social.

Estas actividades son aquellas de carácter físico, deportivo, a los cuales el hombre les dedica voluntariamente en su tiempo libre para el desarrollo activo, diversión y desarrollo individual. Estas tienen como objetivo principal la satisfacción de necesidades de movimiento del hombre para lograr como resultado final salud y alegría; satisfaciendo asimismo, un interés motriz.

De acuerdo a las consideraciones expuestas, se hace necesario crear un compendio de actividades recreativas y deportivas para los jóvenes del Sector de Campo Alegre, ubicado en el Municipio Sotillo de Puerto la Cruz, la cual no escapa del flagelo de las drogas, pandilla, delincuencia, hurto atraco, vicios nocturnos, rechazo entre estos, agresiones físicas y verbales acabando así con sus vidas.

Uno de los propósitos centrales del trabajo de investigación del cual deriva la aproximación que aquí se presenta, consiste en encontrar algunas claves que permitan caracterizar la recreación deportiva. Es decisivo para el cumplimiento de nuestro propósito explicativo en el que se pone de relieve el origen socio histórico de las actividades o prácticas.

Por tanto, en esta investigación las actividades recreativas y deportivas para el buen uso del tiempo libre, es de suma importancia para acercar al joven a la Sociedad y rescatarlos de los anti valores producidos por efectos secundarios en sus vidas que lo han llevado a un deterioro físico, moral e intelectual, ya que, la actitud positiva del individuo hacia la vida en el desarrollo progresivo de su búsqueda, le permitirá salir del sedentarismo juvenil y de las drogas trascendiendo entonces los límites de la consciencia y el logro del equilibrio social-biológico, que le dan como resultado una mejor salud y una mejor calidad de vida.

Formulación del problema El autor Gabriel Corredor, en su libro Para un buen vivir en el tiempo libre, dice La práctica recreativa siempre ayuda al mejoramiento de la calidad de vida, las actividades que dañan al individuo no son recreación. Por lo cual, no es reductible a una sola y única explicación como, por ejemplo, cuando se la define como “volver a hacer”, en términos de la reposición de la fuerza de trabajo o como la actividad “que se elige libre y espontáneamente después de la jornada de trabajo” como afirma Dumazedier (1968).

Otro autor que no se debe dejar por alto, es el cubano Aldo Pérez. En su conferencia de postgrado sobre el tiempo libre, establece que la recreación es el disfrute de lo que más te agrada hacer y realizar. Esta perspectiva nos proporciona herramientas conceptuales y metodológicas para entender que la recreación deportiva es una actividad que se constituye una herramienta poderosa para sus vidas y socialmente a través de múltiples manifestaciones de carácter y naturaleza distinta para ayudarlo en la concientización de un mejor uso de su tiempo libre.

  1. Hoy en día la vida sedentaria de la población es un factor de riesgo que contribuye a diferentes situaciones sociales que se pueden prevenir.
  2. Entre estos factores de riesgo se encuentra el consumo excesivo de alcohol y tabaco, delincuencia y la falta de actividad física, dichos factores son modificables y vulnerables a distintas estrategias orientadas a promover el buen uso del tiempo libre y prevenir los factores de riesgo antes mencionados.

Los señalamientos anteriores permiten inferir que la comunidad del sector de Campo Alegre, no escapa de esta realidad, el autor de esta investigación y en contacto real con la comunidad, percibió que los jóvenes de este populoso sector sufren un alto índice de sedentarismo, ya que se mantienen fuera de sus casas haciendo otras actividades que no son recreativas y deportivas como el Internet, la música regatón, chateando, juegos de video u ocupado en sus estudios.

¿Cómo contribuir al buen uso del tiempo libre en los jóvenes de 19 a 21 en el Sector Campo Alegre de la Caraqueña de Puerto La Cruz?

Objeto de estudio

Proceso de las actividades recreativas y deportivas en la comunidad.

Campo de acción

Actividades recreativas en el proceso de enseñanza y aprendizaje en jóvenes de 19 a 21 años.

Objetivo general

Elaborar un plan de actividades recreativas y deportivas para el buen uso del tiempo libre en los jóvenes de 19 y 21 años en el sector de Campo Alegre de Puerto La Cruz, Estado Anzoátegui.

En buscar de dar respuesta al problema científico se plantean las siguientes: Preguntas científicas

  • ¿Cuáles son los fundamentos teóricos y metodológicos que sustentan la utilización de ejercicios físicos en las actividades recreativas y deportivas para los jóvenes de 19 a 21 años en función de su uso de su tiempo libre?
  • ¿Cuál es el estado actual que presenta la recreación deportiva, de los jóvenes de 19 a 21 años en la comunidad del Sector Campo Alegre de la Caraqueña de Puerto La Cruz?
  • ¿Qué actividades recreativas deportivas serán efectivas para lograr una mayor participación colectiva el buen uso del tiempo libre de los jóvenes de 19 a 21 años en la comunidad del Sector Campo Alegre de la Caraqueña de Puerto La Cruz?
  • ¿Qué resultados tendrá la implementación del plan de actividades recreativas y deportivas en los jóvenes de 19 a 21 años en la comunidad del Sector Campo Alegre de la Caraqueña de Puerto La Cruz?

Tareas científicas

  • Valoración de los fundamentos teóricos y metodológicos que sustentan el empleo de actividades recreativas y deportivas para los jóvenes de 19 a 21 años en función uso de su tiempo libre.
  • Caracterización del estado actual que presenta la recreación deportiva en los jóvenes de la comunidad del Sector Campo Alegre de la Caraqueña de Puerto La Cruz.
  • Seleccionar las actividades recreativas y deportivas para incrementar la participación de los jóvenes de 19 a 21 años de la comunidad del Sector Campo Alegre de la Caraqueña de Puerto La Cruz.
  • Valorar el resultado de las actividades recreativas y deportivas, propuestas para fomentar la participación de los jóvenes de 19 a 21 del Sector Campo Alegre de la Caraqueña de Puerto La Cruz.

Justificación

  1. Esta investigación reviste importancia, por cuanto, la atención a las particularidades psicosociales de los jóvenes de 19 a 21 años de edad en el nivel de participación de las actividades recreativas y deportivas es importante, ya que, busca que satisfagan sus necesidades, intereses, gustos y preferencias de modo que realicen actividades físicas en su tiempo libre y así evitar la situación que se presenta en la comunidad donde se observan escenas de violencia tanto físicas como verbales, vicios como drogas alcoholismo, tabaquismo entre otros que se pueden mejorar o disminuir implementando actividades recreativas y deportivas. De manera, que a partir de la situación problemática y de los objetivos trazados en esta investigación, su justificación está dada por:
  2. El aporte práctico, el cual va encaminado a un plan de actividades recreativas y deportivas para incrementar el nivel de participación de los jóvenes de la comunidad “Campo Alegre la Caraqueña” del municipio Sotillo.
  3. El impacto social, que permitirá la incorporación de los jóvenes de la comunidad “Campo Alegre la Caraqueña” a las actividades recreativas y deportivas para evitar conductas que vayan en contra del orden social.
  4. Como novedad científica se trata de un aporte de un plan de actividades recreativas y deportivas que se adaptan a las características biopsicosociales de los jóvenes de la comunidad “Campo Alegre la Caraqueña”, permitiendo el fortalecimiento de las actividades recreativas y deportivas que ayudan a disminuir los malos vicios en la comunidad, aumentando así, los niveles de participación de los jóvenes.
  5. En tal sentido, el autor ubica el estudio dentro de las líneas de investigación de la Universidad “Manuel Fajardo”, en la mención de Maestría Actividad Física en la Comunidad.

Antecedentes de la investigación Los antecedentes que se presentan a continuación constituyen una recopilación de estudios llevados a cabo sobre la recreación y la actividad física, los cuales sirven de soporte a esta investigación por cuanto sus hallazgos representan aportes valiosos a la misma, los cuales son: Dumazedier (1964), afirma que: “La recreación es un proceso de acción participativa y dinámica que facilita entender la vida como una vivencia de disfrute, creaciones y libertad, en el pleno desarrollo de las potencialidades del ser humano para su realización y mejoramiento de la calidad de vida individual y social, mediante la práctica de actividades físicas, intelectuales o de esparcimiento”.

Acosta (2004), afirma: “La Recreación es aquella actividad humana, libre, placentera, efectuada individual o colectivamente, destinada a perfeccionar al hombre. Le brinda la oportunidad de emplear su tiempo libre en ocupaciones espontáneas u organizadas, que le permiten volver al mundo vital de la naturaleza y lo incorporan al mundo creador de la cultura, que sirven a su integración comunitaria y al encuentro de su propio yo, y que propenden, en última instancia, a su plenitud y a su felicidad”, lo cual le va a servir al ser humano para su crecimiento personal y físico.

Asimismo, el autor Zamora (2005), en su propuesta y desde la perspectiva marxista confirma, que “todo tiempo libre activo es lo que llamamos recreación y constituye la parte más importante del individuo y la sociedad.” En otras investigaciones por ejemplo; en el estudio regional del tiempo libre y la recreación se determina la distribución del tiempo, donde apreció la inexacta apreciación del tiempo libre así como su magnitud, resultado este coincidente con el de otras investigaciones realizadas en el país, Zamora (1987), Aldo Pérez (1990), y se confirma en investigaciones del centro de estudio de la juventud.

  • La recreación es una actividad que descansa al hombre del trabajo, dándole frecuentemente un cambio (Distracción-diversión) y restablecimiento del trabajo, la cual, le permite oxigenar el trabajo diario, restableciendo un equilibrio entre el trabajo y el descanso. A la vez la va a permitir el proceso de socialización, indispensable en el desarrollo humano. (De Grazia, 2005).
  • La recreación son aquellas actividades que son voluntariamente tomadas durante el tiempo libre sin ser negativas para el desarrollo humano, lo cual es citado por Bucher y Shivers (1999).
  • La recreación es el conjunto de ocupaciones a las que el hombre puede entregarse a su antojo, para descansar para divertirse o para desarrollar su información o su formación desinteresada, tras haberse liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales (Dumazedier, 1964)
  • Para el autor Acosta (2002) la recreación es aquella actividad humana, libre, placentera, efectuada individual o colectivamente, destinada a perfeccionar al hombre. Le brinda la oportunidad de emplear su tiempo libre en ocupaciones espontáneas u organizadas, que le permiten volver al mundo vital de la naturaleza y lo incorporan al mundo creador de la cultura, que sirven a su integración comunitaria y al encuentro de su propio yo, y que propenden, en última instancia, a su plenitud y a su felicidad.
  • La recreación es el conjunto de fenómenos y relaciones que surgen en el proceso de aprovechamiento del tiempo libre mediante la actividad terapéutica, profiláctica, cognoscitiva, deportiva o artística-cultural, sin que para ello sea necesario una compulsión externa y mediante las cuales se obtiene felicidad, satisfacción inmediata y desarrollo de la personalidad. (Colectivo de profesores de la EIEFD, 2005).
  • También asegura EIEFD (2005), que la recreación es la disciplina cuyo propósito es utilizar las horas de descanso (tiempo libre), en el cual puede el hombre aumentar su valor como ser humano y como miembro de la comunidad, ocupando este tiempo con actividades creadoras y motivándolo para que se enriquezca en los dominios profesional, artístico-cultural, deportivo y social.

Características de la recreación Para el autor Manuel Vigo (2006), para que una actividad sea considerada recreativa debe cumplir las siguientes características:

  • Debe realizarse durante el tiempo libre del individuo.
  • Es voluntaria, no es compulsada.
  • Es una actitud de participación gozosa, de felicidad.
  • No es utilitaria en el sentido de esperar una retribución o ventaja material.
  • Es regeneradora de las energías gastadas en el trabajo o en el estudio, porque produce distensión y descanso integral.
  • Es compensadora de las limitaciones y exigencias de la vida contemporánea al posibilitar la expresión creadora del ser humano a través de las artes, las ciencias, los deportes y la naturaleza.
  • Es saludable porque procura el perfeccionamiento y desarrollo del hombre.
  • Es un sistema de vida porque se constituye en la manera grata y positiva de utilizar el tiempo libre.
  • Es un derecho humano, que debe ser válido para todos los períodos de la vida y para todos los niveles sociales.
  • Es parte del proceso educativo permanente por el que procura dar los medios para utilizar con sentido el tiempo libre.
  • Es algo que puede ser espontáneo u organizado, individual o colectivo.

Por consecuencia resulta a la gama de actividades que pueden cumplir una función recreativa, resulta muy amplia, abarcando los diversos sectores de actividad del hombre. Tiempo libre Es la existencia de un tiempo cronológico en horas, minutos, es un problema de la existencia de condiciones socioeconómicas que permite la realización o no, a la vez de utilizar y disfrutar de las actividades recreativas en su tiempo libre.

  1. Thompson, 1984).
  2. Es aquella parte del tiempo de reproducción en la cual el grado de obligatoriedad de las actividades no es de necesidad y en virtud de tener satisfechas las necesidades vitales humanas en un nivel básico se puede optar por cualquiera de ellas Tiempo Libre para el autor Delgado Maestre (2010) se refiere al momento en el que el ser humano puede ejercer su libertad de elección para la acción participativa según sus intereses y necesidades.

Comúnmente se le identifica con el ocio, cuando en realidad puede transcurrir tanto dentro como fuera del tiempo de ocio. Es, por definición, un momento de recreación, de crecimiento y desarrollo personal. En la utilización de tiempo libre cada ser decide según sus gustos, necesidades, preferencias posibilidades, y condiciones socio económico, nivel cultural y aptitudes, las actividades que realizará.

Zamora desde la perspectiva marxista expresa que “todo tiempo libre activo es lo que llamamos recreación y constituye la parte más importante del individuo y la sociedad.” Relación directa (interactúan recíprocamente): El tiempo libre contribuye sin dudas a la única forma posible de existir, de poder desarrollarnos.

Esto implica tener una cultura del tiempo libre, una formación y educación de los individuos para recrearse de la mejor manera, de una forma sana que aporte, que distraiga, formar y educar a recrearse lleva sin dudas una preparación de la sociedad basada en los gustos, en la idiosincrasia, en la cultura de los pueblos, de las comunidades.

Aprovechamiento del tiempo libre Es el uso constructivo que el ser humano hace de él, en beneficio de su enriquecimiento personal y del disfrute de la vida, en forma individual o colectiva. Siguiendo las orientaciones de Dumazedier y Piel (1964), podemos presentar una primera aproximación al concepto que nos ocupa, definiendo: las prácticas físicas del tiempo libre como aquellas actividades físicas que pueden desarrollarse durante el tiempo libre con diversas finalidades (recreativas, lúdicas, educativas, compensatorias, deportivo-competitivas.) sin importar cualquiera sea el espacio donde se desarrollan, el número de participantes, el objetivo o la entidad organizadora.

El concepto de tiempo libre ha sido durante un buen tiempo objeto de numerosas discusiones y debates entre economistas, sociólogos y psicólogos. Su definición plantea numerosas interrogantes que hoy en día no están totalmente solucionadas por lo que nosotros, al abordar este concepto daremos nuestra definición teórica, pero también estudiaremos otras definiciones que consideramos objetivas, tanto teóricas, como operacionales y de trabajo que dan definiciones muy utilizadas por lo funcionales que resultan en las investigaciones, a la vez que reclamamos que el tiempo libre es una categoría sociológica compleja que siempre al estudiarla requiere un análisis de su esencia, contenido y correspondientemente de la manifestación específica de elementos interiores y formas concretas.

Una definición interesante de tiempo libre nos lo brinda el destacado sociólogo soviético en cuestiones de tiempo libre Grushin (2004), quien afirma: “tiempo libre aquella parte del tiempo que no se trabaja y que queda descontado después de todas las inversiones de tiempo utilitario (actividades domésticas, fisiológicas, de transporte, etc.) es decir, el tiempo libre del cumplimiento de diversas obligaciones”.

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Los destacados sociólogos cubanos Rolando Zamora y Maritza García definen teóricamente el tiempo libre como: Aquel tiempo que la sociedad posee estrictamente para sí, una vez que con su trabajo (de acuerdo a la función o posición de cada uno de sus miembros) ha aportado a la colectividad, lo que esta necesita para su reproducción material y espiritual siendo, a su vez, premisa para una reproducción material y espiritual superior.

Desde el punto de vista del individuo, se traduce en un tiempo de realización de actividades de opción no obligatoria, donde interviene, su propia voluntad, influida por el desarrollo espiritual de cada personalidad condicionada. Calidad de vida Se refiere según los postulados del autor Delgado (2010), la percepción de los individuos a su posición en la vida, en el contexto de la cultura y los sistemas valóricos en que vive, sus metas, expectativas, normas e intereses.

Donde las personas pasan de ser objetos a sujetos propios de su propia recreación, intensificando su papel en la toma de decisiones sobre de cómo van a emplear su tiempo libre. Sociedad Es un conjunto o grupo de individuos que interrelación con un fin determinado ya sea político, religioso, académico deportivo, las cuales buscan vivir a través de una jerarquía de valores Comunidad Junta o congregación de personas que viven unidas bajo ciertas reglas sociales, las cuales implican el compartir una jerarquía de valores, indispensables para un buen vivir según lo establecido en leyes comunales del país.

  • Caracterización de la integración social de los jóvenes de Campo Alegre La percepción de inseguridad entre los jóvenes constituye el 80%, ya que no hay vigilancia en el sector, también opera el desempleo la delincuencia, drogas hurtos, robos, riñas callejeras, lesiones, entre otros.
  • Este temor de la ciudadanía encuentra como sustento un notable crecimiento de la criminalidad.

El CICPC (Centro de Investigaciones Penales y Criminalistas), ha caracterizado este barrio como zona roja, debido a que existe un alto índice de asesinatos, y problema de drogadicción. Por ende, hemos llegado a la conclusión de la necesidad indispensable de un proyecto que determine el resurgir de una sociedad digna, capaz de superar todo trauma psicosocial y que este sector sea punta de lanza en lo integral.

La población que ocupa esta problemática de investigación se ubica en la edad cronológica de 19 y 21 años de edad, siendo jóvenes que en muchos de los casos no tienen un oficio definido y se encuentran sin empleo fijo, razón por la cual pernoctan en las esquinas de las calles hablando de cualquier tema, así como, también se da la situación de molestar a los transeúntes, lo cual ha provocado situaciones de conflictos entre los moradores de esta populosa comunidad.

Importancia de las actividades físicas recreativas y deportivas en el Sector de “Campo Alegre”, Municipio Sotillo de Puerto la Cruz Los problemas antes mencionados, es debido a una desviación de los valores en muchos casos familiares que los lleva al sedentarismo deportivo y a cometer faltas delictivas, por eso es la importancia de un programa de actividades físicas recreativas para los jóvenes de 19 a 21 años, esta es una edad donde se comprueba que la conducta de muchos de ellos es fluctuante.

En el sector de Campo Alegre incorporaremos un programa de actividades físicas recreativas, que logrará alinearlos a salir de grandes factores negativos, que los han conducidos a sumergirse en el ocio, igualmente busca renacer en dichos jóvenes el ser protagonista de si mismo en lo psicosocial haciéndoles recapacitar de lo provechosos que es usar el tiempo libre en una actividad liberadora del camino de los vicios y el mal vivir social.

Dentro de este programa innovador aparecen actividades que los ayudara a salir del ocio-traumático del sedentarismo social. En los tiempos actuales se hace cada vez más necesario orientar la recreación, hacia la práctica de actividades que sean saludables, útiles y fieles exponentes de lo mejor de la cultura, la cual constituye un aspecto de vital importancia en la comunidad.

En la actualidad se da de forma paralela desde todos ámbitos que colaboran con el surgimiento de un hombre transformado y realizado. A través de este proyecto social, incluiremos a jóvenes que han estado apartado de una vida productiva, sacándolos a mejor vida, con valores propios, principios éticos y morales, para disfrutar dentro de la comunidad de Campo Alegre, y una vez así aprovechar el tiempo libre, que juega un papel importante en la vida cotidiana de la población y en las posibilidades de desarrollo humano y social.

Bibliografía

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¿Cuál es la diferencia entre recreación y tiempo libre?

Características y definición de ocio y tiempo libre Cuando hacemos referencia al ocio y tiempo libre se suelen asociar dichos termino como si fueran sinónimos se tratasen. Sin embargo, debemos considerar que, aunque ocio y tiempo libre son conceptos estrechamente relacionados, mantienen una serie de diferencias: Conocemos, el tiempo libre, como un tiempo fuera de las obligaciones personales, o lo que es lo mismo, el tiempo que queda tras haber satisfecho todas las necesidades y obligaciones.

  1. Mientras que, el ocio en el tiempo libre, abarca la forma en la que se ocupa dicho tiempo libre.
  2. Es más, implica la realización de actividades que reportan una satisfacción personal, y que se realizan de forma libre y voluntaria.
  3. La principal diferencia entre estos dos termino es que el ocio acarrea la realización de actividades recreativas o de entretenimiento,

Al contrario, el tiempo libre es únicamente un marco temporal que no está sujeto a obligaciones personales. El ocio es el tiempo plenamente utilizado en el entretenimiento y recreación. En cambio, el tiempo libre se puede emplear en actividades que no generen placer (ir al médico, por ejemplo).

¿Cuál es la importancia de aprovechar el tiempo?

La gestión del tiempo: recomendaciones para su uso eficiente – Revista Digital de la Facultad de Ciencias Administrativas y RRHH

  • César Sobrino Espinoza, abogado asociado al Estudio Zegarra Pinto Abogados y Consultores; árbitro registrado en el Centro de Arbitraje de Saba Consultoría de Servicios Empresariales y docente de la cátedra de Negociación Empresarial Intercultural en la Facultad de Administración y Recursos Humanos de la Universidad de San Martín de Porres.
  • Resumen
  • En el presente artículo el autor realiza un análisis de la importancia que tiene el tiempo en nuestras vidas y en la gestión de las organizaciones, así como de las principales razones por las que no es utilizado de manera correcta o que nos lo hacen perder, haciendo hincapié en los beneficios de su adecuado uso, finalizando con algunas recomendaciones prácticas, a efectos de poder optimizar su utilización.
  • Introducción

En la actualidad es muy común quejarnos por la falta de tiempo. Vivimos en un mundo tan acelerado que ha hecho que el tiempo se haya convertido en un recurso escaso, no obstante, paradójicamente, ser el activo más “democrático” y valioso que existe. En efecto, todos contamos con 24 horas al día y 7 días a la semana; hombres, mujeres, ricos, pobres, adultos, niños, etc., tenemos tal disponibilidad de tiempo.

  1. Del mismo modo, el tiempo es incluso más valioso que el propio dinero o bienes, ya que éstos pueden ser recuperables en caso se gasten o pierdan, cosa que no sucede con el tiempo, ya que éste, una vez transcurrido, es irrecuperable.
  2. De lo dicho anteriormente, se puede concluir que el problema no es tanto la falta de tiempo sino que no lo sabemos gestionar de manera eficiente.

Son muchas las razones por las que las solemos perder el tiempo, y analizarlas todas excedería el propósito de este breve artículo. Es por ello que, si tuviéramos que sintetizar el por qué utilizamos mal el tiempo, diríamos que por las siguientes razones fundamentales:

  • Falta de objetivos.
  • Deficiente o nula planificación.
  • Algunas malas costumbres propias de nuestra cultura e idiosincrasia.
  • La impuntualidad.
  • La procrastinación.
  • El mal uso de las redes sociales y la tecnología en general.
  • No saber delegar.
  • Ineficiente gestión de la agenda.
  • El perfeccionismo.
  • Indecisión, miedos y prejuicios.
  • Entre otras.
  1. Algunos consejos para el uso eficiente del tiempo
  2. El uso eficiente del tiempo es de vital importancia no solo por lo que ya hemos señalado en líneas anteriores, sino también porque, además, nos reporta muchos beneficios, tanto en nuestra actividad empresarial como en nuestra vida diaria.
  3. Entre los beneficios y ventajas del uso adecuado del tiempo tenemos los siguientes:
  • Nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos.
  • Mejora nuestra productividad y rendimiento.
  • Reduce y/o elimina nuestro estrés.
  • Equilibra nuestra vida.
  • Nos da una sensación de satisfacción.
  • Reduce costos en las organizaciones.
  • Es una muestra de respeto y consideración.
  • Entre otros.

Es por ello que es indispensable el contar con algunas técnicas o medidas que nos ayuden a optimizar su uso y lograr los beneficios que hemos mencionado. A continuación, analizaremos algunas recomendaciones esenciales para una eficiente gestión del tiempo.

  • Defina sus objetivos. El hecho de no tener objetivos o no tenerlos claros hace que malgastemos el tiempo, puesto que iremos saltando de actividad en actividad, sin llegar a tener un resultado tangible. Tenga siempre objetivos claros y alcanzables, y asígneles el tiempo necesario para su consecución.
  • Priorice. Una vez que haya establecido sus objetivos, deles la prioridad en el orden de importancia que usted haya determinado, asegurándose de que cada uno tenga el tiempo suficiente para su obtención.
  • Planifique oportunamente. Toda actividad a realizarse, necesita, entre otras cosas, contar con un tiempo determinado. Establezca un cronograma de actividades, dándole la prioridad del caso y con la debida anticipación.
  • Tenga disciplina. Este es un aspecto vital, ya que el ser disciplinado con el uso del tiempo en la realización de una determinada tarea nos va a ayudar no solamente con la consecución de la misma, sino que también a no robarle tiempo a otras actividades programadas.
  • Sea puntual. La puntualidad no solamente es una demostración de respeto y de consideración, sino que también es una herramienta que nos ayudará a gestionar eficientemente nuestro tiempo, puesto que no le restaríamos tiempo a la actividad que estamos realizando ni a la siguiente que deseemos llevar a cabo.
  • Aproveche “los tiempos muertos”. Diariamente nos enfrentamos a situaciones en las que no podemos realizar las actividades que queremos por causas ajenas a nuestra voluntad o por obligación, o porque son inevitables, tales como la lentitud del tránsito, colas para acceder a un lugar, viajes, la espera a alguien que es impuntual, entre otras. Ante ello, debemos sacar provecho de estos “tiempos muertos” y realizar algo que nos reporte algún provecho: el leer algún libro, escuchar algún audio en un idioma que deseemos aprender, reflexionar sobre alguna decisión importante a tomar, etcétera.
  • Haga uso eficiente de la tecnología. En específico gestione eficientemente sus redes sociales y correos electrónicos. Establezca horarios para enviar, contestar y/o postear mensajes y evite, en la medida de lo posible (salvo una situación excepcional), hacer ello fuera de dicho horario establecido.
  • Haga las cosas en el momento indicado, Evite posponer y/o procrastinar. Para ello trate siempre de motivarse y tener una razón que lo impulse a realizar la actividad que desea posponer y debe efectuar: el logro de un título, la obtención de un grado, un aumento en sus ingresos, una satisfacción personal, entre otros.
  • Maneje eficientemente su agenda, Acuda solo a reuniones en las que sea necesaria su presencia. Inicie y termine las reuniones a la hora indicada. Acuda preparado con antelación a las sesiones. Evite en la medida de lo posible, las conversaciones que no estén relacionadas con el objeto de la reunión, ni antes, ni durante, ni después de las mismas.
  • Delegue, Luego de establecer que objetivos desea llevar a cabo, evalúe qué aspectos puede y debe realizar en tales tareas, y hágalas; las demás deléguelas a quien corresponda.
  • Deshágase de los “ladrones del tiempo”. Aspectos como las interrupciones, conversaciones inútiles, mala información, perfeccionismo, indecisión, mentalidad negativa, miedos, etcétera, nos roban el tiempo y no nos permiten un eficiente manejo del mismo. Deséchelos y utilice ese tiempo en algo productivo.
  • Sepa decir no, Sin dejar de ser empático y asertivo, sea firme en decir no a quienes o a circunstancias que le hacen perder o malgastar su valioso tiempo, en especial a los denominados “ladrones del tiempo”.
  • “Despilfarre” un tiempo para usted, Es importante tener un tiempo para poder desarrollar actividades que nos reporten una satisfacción personal, nos desconecten de la rutina y nos ayuden a tener un equilibrio en nuestra vida. Un hobbie, el practicar un deporte, meditar, viajar o simplemente el descansar, son grandes inversiones de tiempo.

A manera de conclusión En un contexto como en el que vivimos actualmente, en donde todo se desarrolla a una velocidad vertiginosa, el tiempo se ha convertido en un recurso escaso, por ende muy valioso. En tal sentido, su adecuada gestión resulta ser un imperativo, no solamente para la consecución de nuestros objetivos, sino también por los beneficios que ello nos reporta.

¿Qué relación hay entre el tiempo libre el ocio y la recreación?

Características y definición de ocio y tiempo libre Cuando hacemos referencia al ocio y tiempo libre se suelen asociar dichos termino como si fueran sinónimos se tratasen. Sin embargo, debemos considerar que, aunque ocio y tiempo libre son conceptos estrechamente relacionados, mantienen una serie de diferencias: Conocemos, el tiempo libre, como un tiempo fuera de las obligaciones personales, o lo que es lo mismo, el tiempo que queda tras haber satisfecho todas las necesidades y obligaciones.

Mientras que, el ocio en el tiempo libre, abarca la forma en la que se ocupa dicho tiempo libre. Es más, implica la realización de actividades que reportan una satisfacción personal, y que se realizan de forma libre y voluntaria. La principal diferencia entre estos dos termino es que el ocio acarrea la realización de actividades recreativas o de entretenimiento,

Al contrario, el tiempo libre es únicamente un marco temporal que no está sujeto a obligaciones personales. El ocio es el tiempo plenamente utilizado en el entretenimiento y recreación. En cambio, el tiempo libre se puede emplear en actividades que no generen placer (ir al médico, por ejemplo).

¿Qué es el tiempo en la recreacion?

Tiempo libre y recreación – Los conceptos de tiempo libre y recreación están relacionados entre sí. En este sentido, la recreación se puede entender como el disfrute, diversión o entretenimiento que produce en una persona la realización de una actividad.

¿Cómo se relaciona el ocio con la recreacion?

Ocio y recreación en América Latina: conceptos, abordajes y posibil.1 Este artículo fue basado en una investigación bibliográfica y tiene como objetivos: (a) analizar lo que significa un concepto, identificando cuales son los elementos claves a tener en consideración en el proceso de conceptualización de una temática de estudio; (b) presentar los dos principales abordajes desde donde son entendidos el ocio y la recreación en América Latina, ampliando las posibilidades de resignificación de estos conceptos; y (c) discutir las alternativas que estos conceptos, desde una nueva perspectiva contrahegemónica, puedan aportar a la construcción de sociedades realmente participativas, solidarias y sustentables.2 Esta pregunta fundamental es uno de los puntos de partida para lograr avanzar y calificar la discusión y el diálogo teórico-conceptual sobre el ocio y la recreación en Latinoamérica.

  1. En el ejercicio de aclarar los significados de un término generalmente consultamos, en un primer momento, los diccionarios.
  2. Mismo que la mayoría de los diccionarios sean basados en los saberes del llamado “sensu común”, veamos lo que algunos de ellos nos dicen sobre la propia palabra “concepto”.3 El Diccionario de la Lengua Española () revela que este término tiene varios significados.

Las definiciones más cercanas de lo que interesa en este estudio son descritas al decir que la palabra “concepto” es una idea que concibe o forma el entendimiento; un pensamiento expresado con palabras; la opinión o el juicio sobre algo. Luego se refiere a la idea de “formar concepto”, lo que es entendido como el determinar algo en la mente después de examinadas las circunstancias.4 Los diccionarios de la lengua portuguesa también indican la existencia de varias acepciones para esta palabra.

  • Según Ferreira (1999), “concepto” es una idea, o sea, una representación mental de algo que puede ser concreto o abstracto.
  • Esta visión también es adoptada por Houaiss (2001).
  • Para este autor, “concepto” es una representación mental de un objeto, que se muestra como un instrumento fundamental del pensamiento en su tarea de identificar, describir y clasificar los diferentes elementos y aspectos de la realidad.5 Esta última idea está presente en el diccionario de filosofía de Abbagnano (1999).

Para el autor, la función primera y fundamental del concepto es la misma del lenguaje, o sea, la comunicación. El autor agrega que un concepto es normalmente indicado por un nombre, pero él no es el nombre. De este modo, diferentes nombres pueden exprimir un mismo concepto.

  • Es así que los conceptos nos ayudan a comprender y a comunicar, pero a su vez nos ayudan también a aclarar y a fijar los significados, permitiéndonos dialogar y construir entendimientos comunes sobre los fenómenos que observamos, estudiamos y con los cuales estamos involucrados.
  • En síntesis, cuando expresamos un concepto, estamos indicando un cierto tipo de “especulación” o “representación” sobre la naturaleza, sobre la sociedad, sobre el ser humano y sobre sus prácticas.6 Para Galuch y Sforni (2005) la formación de conceptos es un proceso, no es un resultado de transmisión de palabras o de definiciones que expresen la generalización comprendida en los conceptos.

Por lo tanto, la formación de conceptos es el movimiento del pensamiento con oscilaciones constituidas de poco a poco, por el uso de las palabras, por combinaciones entre operaciones mentales, aislando atributos comunes entre objetos, abstrayendo determinados riesgos, simbolizando y llegando a una síntesis.7 Agregado a lo expuesto, a continuación sistematizamos algunos aspectos claves de un concepto:

Los conceptos son representaciones de la realidad material/inmaterial, El proceso mental-racional de sistematización de ideas por parte de un autor, o de varios autores, envuelve abstracciones que son influenciadas por varios elementos: comprensión de ser humano, visión de mundo, personalidad, historia de vida, valores, principios éticos y morales, proyectos políticos, etc. Es así que un concepto expresa la forma como cada uno ve y nombra los distintos fenómenos. Los conceptos son el mapa pero no el territorio, En tanto representaciones de la realidad, los conceptos nunca serán totalmente equivalentes a esa realidad que buscan expresar. El mapa siempre será una representación de una realidad concreta, por lo cual no se debe confundir las representaciones –los conceptos– con eso real que ellos buscan expresar. Los conceptos deben ser contextualizados porque ellos no son universales, Es fundamental tener en cuenta que algunos conceptos son válidos para una determinada realidad y para algunos sistemas de ideas pero ellos no siempre podrán ser generalizados, ni entendidos como universales. Un concepto adquiere sentido en una producción (práctica/teórica); que adquiere su sentido en el conjunto de las visiones de su(s) autor(es), que participa de una determinada realidad contextual y así sucesivamente. Lo que puede ser valido en un contexto histórico, político y cultural, o dentro de un específico sistema teórico, en otras circunstancias o en otro contexto puede carecer de validez. Los conceptos son dinámicos, Un concepto puede ser válido y suficiente para explicar la realidad en un determinado tiempo/espacio histórico/social, pero cambiar sus significados de acuerdo con las intenciones de los sujetos que los producen y de los requerimientos de cada momento. Los sentidos de cada concepto son complejos, fluidos y están en constante transformación. Unido a lo anterior se verifica que, al igual que en la vida, todo concepto está en un estado de inacabamiento, Esto posibilita una constante transformación y profundización, pero a la vez expresa lo parcial y limitado de nuestras representaciones del mundo, al ser construcciones humanas, y por esto en muchos casos teñidas por el error y la ilusión. En tanto seres humanos somos inacabados y estamos en un constante proceso de formación y reformación. Lo mismo ocurre con el proceso de conceptualización. Los conceptos no son neutrales, tampoco totalmente objetivos, Toda explicación, interpretación y forma de entender la realidad estará teñida por visiones de mundo, entiéndase cosmovisiones y paradigmas, presentes de forma explícita o implícita y oculta, expresando una imposibilidad de neutralidad. Entonces la búsqueda de imparcialidad y objetividad será solo un deseo, esto es una pretensión, que no podrá concretarse del todo. Tener presente esta imposibilidad del conocimiento humano es un primer paso para empezar a ser un poco más humilde al elaborar nuestras teorías. Un mismo concepto puede generar diversas interpretaciones, De este modo, un concepto puede ser conceptualizado por varios autores con significados e intenciones distintas, según las visiones de cada uno de ellos y su contexto específico. Por un lado, la multiplicidad de sentidos que un mismo concepto puede tener es una fuente rica de aprendizaje. Por otro lado, puede ser también una fuente de confusión, como es común con relación al empleo de los conceptos de ocio, recreación y tiempo libre en América Latina, muchas veces tratados de forma vaga y poco rigurosa.

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8 Por todo lo recién planteado, postulamos que requerimos un profundo cambio en la forma de elaborar conocimientos, reconociendo las limitaciones que cualquier concepto posee, pero a la vez abriéndonos a correr el riesgo de formular nuevas perspectivas desde donde comprender lo complejo de la actualidad.

Siendo así, deberemos estar atentos frente a la relación que se establece entre lo conocido y lo desconocido, lo que puede ser expresado en la siguiente explicación de Morin (1988): Se puede comer sin conocer las leyes de la digestión, respirar sin conocer las leyes de la respiración, pensar sin conocer la naturaleza del pensamiento.

Pero mientras la asfixia y la intoxicación se dejan sentir inmediatamente en la respiración y en la digestión, lo propio del error y la ilusión es no manifestarse como error e ilusión. Es así que vemos como actualmente el mito adquirió la forma de la razón y la ideología se ha disfrazado de ciencia.9 Entendemos que esto, en parte, es lo que ha ocurrido en la forma en que han sido formulados los conceptos de ocio y de recreación en América Latina.10 ¿Desde cuándo/dónde fueron elaborados y en que consisten las principales concepciones de ocio y de recreación difundidas en América Latina? 11 Un análisis de artículos, libros y otras publicaciones de autores latinoamericanos que producen conocimientos sobre el ocio y sobre la recreación evidencia que son múltiples los conceptos y los significados adoptados en nuestra región.

América Latina está constituida por más de 30 naciones hoy independientes que conviven con otros estados dependientes, sobretodo en la zona caribeña, que aún siguen siendo colonias de los países más ricos del mundo. La colonización económica, política y cultural de nuestros territorios es una de las cicatrices más profundas y abiertas de América Latina.

Colonización, decretada o camuflada, que por varios siglos tuvo, y tiene, su existencia marcada por la explotación de los pueblos y de las riquezas con la finalidad de atender los intereses y las necesidades de los países ricos del “Norte” (geo-económico-político) del mudo.12 Dominación cultural que se expresa también hasta la actualidad a través de variadas formas.

Siendo la “colonialidad del saber” una de ellas, la que a través de una noción de universalidad a partir de la experiencia particular de la historia europea, realiza la lectura de la totalidad del tiempo y espacio humano desde los puntos de vistas de esas particularidades, instituyéndose así una universalidad radicalmente excluyente (Castro-Gómez, 2000; Lander, 2000).13 Frente a lo anterior se hace necesario destacar que algo similar ocurre con la influencia norteamericana, desde los Estados Unidos, que fue y es muy fuerte a nivel social en la visión de mundo y concepciones económicas, políticas, educativas y culturales en Latinoamérica.

Llegando a ser, el “imperio del norte”, un modelo de sociedad al que debíamos de acceder, para así cumplir con el anhelado (y falaz) sueño de ser un país desarrollado. Por esta vía se logró imponer un modelo de sociedad capitalista y un ideal de estilo de vida (forma de producción y consumo), lo cual abarcó varias expresiones culturales y sociales, incluyendo al ocio (Elizalde, 2010).14 Todo esto es decisivo al analizar los conceptos de ocio y recreación, los cuales son múltiples y variados.

Aclaramos que no tenemos la intención de hacer aquí un análisis puntual de cada uno de ellos. Lo que si se considera es que de forma general, más allá de las posibles diferencias que marcan cada definición, en Latinoamérica podemos constatar la presencia de dos grandes abordajes en los cuales se puede agrupar los variados entendimientos de ocio y de recreación.

Más allá de los conceptos específicos de ocio y de recreación, hay todo un contexto de producción de conocimientos que necesita ser conocido y analizado. Teniendo en cuenta estos aspectos, los dos abordajes aquí señalados serán presentados a continuación.15 Este abordaje remite, en sus orígenes, a los Estados Unidos de América (EE.UU.).

Para comprender la recreación en cuanto fenómeno social/educativo, tenemos que volver al final del siglo XIX, cuando ocurrió una amplia difusión del movimiento norte-americano conocido como “recreacionismo”. Este movimiento propició la sistematización de conocimientos y metodologías de intervención para niños, jóvenes y adultos.

Estos conocimientos eran pautados en la sistemática de la recreación dirigida, que fomentó la creación de espacios propios para la práctica de actividades recreativas consideradas saludables, higiénicas, moralmente válidas, productivas y vinculadas a la ideología del “progreso”.

Fueron así creados los playgrounds, que posteriormente servirán de modelo para los centros de recreación, plazas de deportes y jardines de recreo reproducidos en varios países latinoamericanos.16 Buscando aportes en los conocimientos producidos en Europa, el primer playground en EE.UU., el año 1885, fue inspirado en los parques infantiles de Berlín, Alemania.

En 1925 ya existían 8.115 centros de recreación, siendo creados 635 apenas en el año 1924, cuando 80 ciudades realizaron 123 campamentos de verano para niños y jóvenes. La gran repercusión del recreacionismo inauguró un nuevo estilo de vida en los EE.UU., fomentando nuevas frentes de formación y de actuación profesional.

Con la ayuda de instituciones como a Young Men’s Christian Association (YMCA) – Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ) en la lengua española –, en las primeras décadas del siglo XX el recreacionismo fue difundido rápidamente por varios países, alcanzando especialmente América Latina (Gomes, 2003).17 En Brasil, los registros del brasileño Frederico Gaelzer son una de las evidencias de esta afirmación.

Con el apoyo de la ACJ de Porto Alegre/Brasil, Gaelzer pasó un largo período en los EE.UU. (1919-1925) para formarse y calificarse en educación física, deporte y recreación. En el Relatorio escrito por Gaelzer y enviado a los Directores de la ACJ de su ciudad, con fecha de 16/09/1919, el autor resalta que mientras el mundo estaba en guerra, los 800 participantes de los cursos impartidos por la propia YMCA, en Chicago, estaban en paz, unidos y con un mismo ideal compartido por todos.

Los participantes de estos cursos eran de 25 nacionalidades diferentes, siendo todos poseedores de la misma moral “pura y sana” requerida por la YMCA (Gomes, 2003; Gomes, Pinto, 2009).18 Probablemente, muchos de estos participantes eran latinoamericanos, contribuyendo de forma decisiva para la difusión de los conceptos de recreación por varios países de América Latina.

Obviamente, muchas prácticas recreativas como los juegos y otras formas de diversión ya existían, pero en ese momento fueron sistematizadas como parte integrante de un concepto de recreación elaborado en los EE. UU.19 Desde un punto de vista conceptual, los principales significados incorporados por la recreación en este contexto fueron: (a) actividades placenteras con potencial educativo, destacándose el juego infantil organizado, las actividades deportivas o pre-deportivas; (b) disposición física y mental para la práctica de alguna actividad placentera, (c) contenido y metodología de trabajo para el área de educación física.

Teniendo en cuenta estos aspectos, el principal concepto de recreación sistematizado y difundido en distintos países de América Latina se mezcla con la idea de actividad.20 Por cierto, existen otros conceptos de recreación que intentan ir más allá de la práctica de actividades. Pero esta forma de entender la recreación como sinónimo de actividades placenteras con potencial educativo, desde el punto de vista de este artículo, es la más difundida en América Latina desde las primeras décadas del siglo XX, lo que no puede ser desconsiderado.

Paradojalmente, en muchos casos los discursos conceptuales sobre la recreación son más elaborados que sus prácticas, ya que no en raras ocasiones las implementaciones concretas no consiguen escapar del activismo, de un hacer por hacer, carente de los contenidos educativos que se postulan.21 Entonces, históricamente, en un primer momento fueron principalmente las ideas y perspectivas norteamericanas las que posibilitaron la formulación del concepto de recreación, palabra que corresponde a los términos recreation en inglés y recreação en portugués, siendo inexistente en la lengua francesa.22 Es necesario aclarar que, en sus orígenes norteamericanos, el concepto de recreación fue visto como una estrategia educativa esencial para promover, sutilmente, el control social.

En este proceso, fue ampliamente difundida la idea que la recreación podría llenar, racionalmente, el tiempo vago u ocioso con actividades consideradas útiles y saludables desde el ponto de vista físico, higiénico, moral y social. Con esto, la recreación dirigida fue considerada esencial para la formación de valores, hábitos y actitudes a ser consolidados, moralmente validas y educativamente útiles para el progreso de las sociedades modernas.

En un primer momento el desarrollo de eventos, políticas, programas y proyectos recreativos fueron, y muchas veces aún lo son, direccionados principalmente a grupos sociales en situación de riesgo o de vulnerabilidad social, buscando la reducción de conflictos sociales y de la delincuencia, la manutención de la paz y armonía social, y la ocupación positiva y productiva del potencial tiempo ocioso.23 Además de permitir llenar las horas vagas de niños, jóvenes, trabajadores adultos y ancianos, colaborando con la constitución de cuerpos disciplinados, obedientes, aptos, productivos y vigorosos.

  1. Desde esta perspectiva, la recreación acaba, en muchas ocasiones, siendo utilizada para olvidar los problemas generados por la lógica excluyente que impera en las realidades latinoamericanas.
  2. A su vez, las varias acepciones de recreación son fundamentadas en el área de pedagogía, la psicología y, sobre todo, en la educación física.

Esta última área, junto al deporte, es la más asociada a la recreación tanto en la vida cotidiana como en los estudios, cursos, propuestas de formación sobre el tema, campo de actuación profesional y en el ámbito de las políticas públicas latinoamericanas.24 Añadido a lo anterior, se verifica una cierta confusión entre los términos recreación y ocio, dificultad expresada por Ried, Leiva y Elizalde (2009), Suárez (2009) y Osorio (2009).

Ambos conceptos conviven juntos en muchos países latinoamericanos, pero muchas veces existe también una profunda confusión, como puede ser verificado en el libro publicado hace poco que lleva como título: “Lazer na America Latina/Tiempo libre, ocio y recreación en Latinoamérica” (Gomes et al, 2009).

Esta situación indica la relevancia de hacer la siguiente pregunta: Recreación y ocio ¿Son lo mismo? 25 En los estudios sobre el ocio es posible verificar que este abordaje remite, generalmente, a la antigua Grecia clásica o a la modernidad Europea. Lo que posibilitó la sistematización del concepto de ocio, una palabra que hoy, según algunos autores (con los cuales estamos de acuerdo), en la lengua española corresponde, o al menos se acerca, a los términos leisure en inglés 1, loisir en francés 2 y lazer en portugués (Gomes, Elizalde, 2009).

Antes de proseguir, es importante comprender algunas de las ideas que los autores desarrollan para contextualizar sus conceptos de ocio.26 Para algunos autores (De Grazia, 1966), el concepto de ocio fue asociado, al principio, al término griego skholé – que valoraba la contemplación, la meditación y la reflexión – y al vocablo romano otium, que además de reforzar el ocio griego en el caso de las elites de Roma, fue utilizado para designar las diversiones y los espectáculos organizados para el público masivo, haciendo referencia a la tradicional expresión “pan y circo” que evidencia el potencial muchas veces alienante del ocio.27 Luego, en el transcurso de los siglos llamados medievales, a medida que la iglesia difundía el cristianismo, una nueva moral pasa a definir otros sentidos para la concepción de ocio.

De esta forma el ocio asumió nuevos significados marcados por una moral católica, donde la búsqueda de la salvación del alma mediante la negación y rechazo de los placeres mundanos, al ser esto una expresión clara del pecado, marcó fuertemente este contexto y período histórico.28 El control por parte de la iglesia se tornó más evidente durante la inquisición, dramático proceso que marcó profundamente la vida de los pueblos por varios siglos.

La iglesia procuró reforzar su poder y unidad de forma represiva, condenando a la hoguera a quienes practicaran supuestas herejías, como fiestas profanas, carnavales, juegos, encuentros de música, teatro y poesía, entre otras formas de diversión. Las investigaciones del historiador Roger Chartier revelan que las fiestas y reuniones campesinas, además de llenas de condenaciones eclesiásticas, eran siempre mencionadas como lugar de trabajo común, de juego y danza, de risa y diversión, de cuentos y cantos, de confesiones, rumores y chismes.

Por lo cual, como esas reuniones eran consideradas ilícitas, “sucias y malditas”, debían ser evitadas (Gomes, 2008).29 Siendo así, el discurso hegemónico hizo que muchas experiencias culturales de ocio, en este contexto histórico, se cargaran de valores morales que acabaron siendo esenciales para el mundo del trabajo, sobre todo en la llamada modernidad.

En este nuevo período, la forma de percibir al ocio fue marcada pricipalmente por una visión negativa, lo que pudo haber surgido, en parte, producto de la influencia del protestantismo, al ver las vivencias de ocio como un vicio y la educación como un medio moralizante para el trabajo (Requixa, 1977).

La visión protestante destacó la ética del trabajo como bien supremo, rechazó al ocio por considerarlo como una potencial amenaza para el “espíritu” de base del modelo de producción capitalista. De este modo, el sentido de ocio como una manifestación cultural basada en la meditación, la reflexión y la contemplación, fue perdido, y así, el ocio fue rechazado y llenado de prejuicios (Elizalde, 2010).30 Así, desde el siglo XIX el concepto de ocio está muy vinculado a las categorías trabajo y tiempo libre – concebidas desde una perspectiva sociológica.

Por eso, la sociología es una importante área (pero no la única) que fundamenta las teorías y análisis desarrollados sobre la temática, principalmente por autores de Europa y de los Estados Unidos. Para muchos estudiosos, entre los cuales se destaca Dumazedier (1979), el ocio surgió en la modernidad europea en los siglos XVIII-XIX como fruto de la revolución industrial acontecida, en esa época, en los principales centros urbanos de Europa.

Para él, el ocio se contrapone al trabajo y corresponde a una liberación periódica del trabajo en el fin del día, de la semana, del año y de la vida, cuando se alcanza la jubilación.31 Independiente de que la ocurrencia histórica del ocio sea ubicada en la Grecia clásica o en la modernidad europea, es posible observar que Europa, con sus prácticas e instituciones es considerada, desde esta visión, como imprescindible y determinante para el “surgimiento” del ocio.

Así, se perpetúa la idea de que existe una historia universal de modernidad y de ocio, una historia que ubica a Europa en una posición central, destacada y que debe ser tratada como válida para todo el mundo.32 De esta forma, se instala una lógica evolutiva y lineal que define los tiempos, las historias, las culturas y las prácticas de todas las realidades, de todos los pueblos que, a su vez, deben anhelar el modelo occidental –moderno, urbano, industrial y capitalista– como el ideal a ser alcanzado para acceder al anhelado progreso.33 Desde el siglo XX estas dos distintas interpretaciones sobre el origen historico del ocio han generado profundas polémicas cuando se busca hacer una contextualización histórica de este fenómeno.

En general, ambas son ampliamente utilizadas en las teorías sobre el ocio que orientan y fundamentan los estudios sobre esta temática en varias partes del mundo, ejerciendo influencias significativas sobre los conocimientos difundidos en los distintos países de Latino América.

Todas estas interpretaciones, aún cuando son dotadas de lógicas propias, se refieren a realidades específicas, pertinentes cuando se trata de Europa, por ejemplo. Pero ellas son inadecuadas e insuficientes, desde la perspectiva de este estudio, para discutir el ocio y la recreación en Latinoamérica. Esta región posee otras singularidades y otros marcos históricos, culturales, sociales, políticos y económicos.

Todo esto demanda otras interpretaciones, abordajes, reflexiones y resignificaciones, así como la sistematización de otros saberes teórico-práticos que sean capaces de dialogar críticamente con las realidades latinoamericanas.34 Además, estas interpretaciones son producciones teóricas que refuerzan el mito de la centralidad de Europa como referente privilegiado para la constitución del mundo, y sobre todo el llamado mundo occidental.

Añadido a lo anterior, la idea de que occidente es el resultado de la secuencia helenística+romana+cristiana, a pesar de estar ampliamente difundida y naturalizada entre nosotros, es una idea equivocada, y una invención ideológica que presenta a la cultura griega como exclusivamente europea y occidental, tal como destaca Dussel (2000).35 Ambas referencias utilizadas para contextualizar el “origen histórico” del ocio y la recreación refuerzan el mito de que existe una história única y universal.

Refuerzan, además, la visión paradigmática de que la modernidad dependió únicamente de Europa para ser construida como una fase histórica al establecer y reconocer apenas fenómenos intra-europeos (entre los cuales se destacan la reforma, la ilustración y la revolución industrial) como punto de partida para la constitución de la llamada época moderna.36 Las interpretaciones centralizadas en Europa excluyen la decisiva participación de otras realidades en un juego que envuelve, de manera desigual, varios componentes, dentro de los cuales los pueblos y culturas de otros continentes, tales como América Latina, África y Asia.

Sabemos que la conquista del Atlántico y el desarrollo del capitalismo mercantil permitieron que los países colonizadores de Europa acumulasen una extraordinaria riqueza monetaria. Estos elementos generaron las condiciones históricas y sociales fundamentales para la constitución de la época moderna que, sin duda, desde un punto de vista más ampliado sobrepasa las fronteras del continente europeo.

Como destacan diversos autores latino-americanos (Dussel, 2000; Quijano, 2000; Lander, 2000; Mignolo, 2000), no se puede hablar de modernidad sin considerar las relaciones de poder constituidas a través de la colonialidad. Esta es la cara oculta, el otro lado silenciado y escondido de la modernidad.37 Paralelamente, es esencial destacar que la palabra ocio es fuertemente cargada de connotaciones negativas en todos los países latinoamericanos de habla hispana (y de lengua portuguesa también, lo que en parte explica porqué en Brasil, por ejemplo, el concepto más difundido sea el de lazer ).

El ocio es, en general, visto como una amenaza para el desarrollo de las sociedades que pretenden modernizarse, progresar, desarrollarse y expandirse económicamente. Prevalece así la máxima “tiempo es dinero” y, de esa manera, no se puede perder tiempo con actividades consideradas inútiles e improductivas.

Por lo anterior, postulamos que fue por estas razones que la palabra más difundida y legitimada en América Latina de habla hispana fue recreación, y no ocio, desconsiderando así los aspectos fundamentales que están en la base de las concepciones de cada uno de estos términos.38 Además, en la actualidad el ocio y la recreación son, cada vez más, concebidos como mercancías direccionadas al consumo (alienado y alienante) de bienes y servicios, algo cada vez más necesarios para el logro y perpetuación del sistema neoliberal capitalista.

De esta forma, al quedar el ocio en manos del mercado, como ocurre en muchos casos en las realidades latinoamericanas, este será comprendido casi exclusivamente como un nicho económico generador de lucro y al servicio de las economías, y no necesariamente como una forma de entregar una mayor calidad de vida a los seres humanos que acceden a este.

Así, el ocio será entendido únicamente como otro objeto de consumo, perdiendo con esto su potencial capacidad de ser un aporte en la generación de otras perspectivas creativas y críticas, que permitan cambiar la mirada y hacer frente a las problemáticas sociales actuales de forma innovadora y renovada.

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Por esta vía, la relación que la ciudadanía establecerá con su propio ocio será pasiva, generando un consumo alienado, marcado por una fuerte tendencia escapista y sobreconsumidora (Elizalde, 2010).39 En los últimos años, algunos autores latinoamericanos vienen intentando reconceptualizar y ampliar las comprensiones de ocio porque entienden que el concepto de recreación es limitado e insuficiente ya que, en muchos casos, remite a un simple activismo.

Todo esto es válido, pero muchas veces genera confusiones e imprecisiones conceptuales entre el ocio y la recreación, provocando amplias polémicas entre estudiosos de estas temáticas en América Latina.40 Como fue mencionado anteriormente, los conceptos son representaciones/abstracciones que expresan una visión parcial y no neutral de la realidad.

Más allá de la búsqueda de objetividad, la perspectiva que se tenga de cualquier sistema o fenómeno real siempre estará mediada por la mirada del observador y condicionada, en parte, por su contexto. Ya que los conceptos no pueden ser tratados como absolutos y universales, es muy importante tener en cuenta no solamente las definiciones de recreación y de ocio que un determinado autor ocupa.

También es fundamental reconocer desde donde nacen los conceptos, conocer y analizar los contextos en que fueron producidos, a que motivaciones responden, los valores que expresan, los fundamentos que los definen, las visiones de mundo e ideologías subyacentes, y los proyectos políticos de sociedad con que están comprometidos.41 En el caso de América Latina este cuidado es fundamental porque, como es tratado en este artículo, en general los conceptos de recreación y de ocio más difundidos, entre los estudiosos de estas temáticas, están muy vinculados a las características y a los intereses que son propios de otras realidades.

Recordamos que según la clasificación elaborada por Munné (1980) es posible identificar tres abordajes en la producción teórica sobre el ocio: el abordaje empírico, de tradición norteamericana; el abordaje teórico, que involucra teorías producidas sobre todo por estudiosos europeos y norteamericanos, y el abordaje crítico, relacionado principalmente a los autores vinculados a la Escuela de Frankfurt.

Munné clasifica todos estos abordajes como “burgueses”. Propone, como alternativa, un abordaje que supere la visión burguesa desde una perspectiva dialéctica, basada sobre todo en las ideas de Marx.42 Sin duda el esfuerzo del autor entrega interesantes aportes para los estudios sobre el ocio y el tiempo libre.

  • Pero indirectamente coloca a Europa y a EE.UU.
  • Como centros de producción de conocimientos sobre esta temática.
  • A su vez, desde esta comprensión, se corre el riego de que al resto del mundo, incluida Latinoamérica, solo le quedaría reproducir teorías generadas en otros contextos.43 Obviamente, muchos conocimientos producidos en distintos países pueden ser útiles para ayudarnos a reflexionar sobre el ocio en nuestras realidades.

Pero los conceptos no deben ser incorporados sin un posicionamiento crítico, evitando así la perpetuación de las redes invisibles de dominación, generando la colonialidad del poder y la colonialidad del saber, dos dispositivos que se encuentran emplazados “en una misma matriz genética” (Castro-Gómez, 2000: 6).

Por lo cual es necesario entender y valorar la necesidad de resignificar, releer y reescribir con profunda atención los conceptos adoptados.44 De este modo, los conceptos y teorías elaborados por autores de otros contextos y de otras épocas pueden ser interesantes cuando representan un punto de partida para nuevas lecturas, interpretaciones y resignificaciones contextualizadas y críticas.

Es así que los conceptos de ocio y de recreación sistematizados en Latinoamérica y en otras realidades necesitan de permanentes diálogos más profundos y críticos con los desafíos sociales, políticos, históricos, económicos y ambientales, entre otros, presentes en cada cultura y cada sociedad.45 Una nueva mirada sobre los conceptos de ocio y de recreación en América Latina tiene que ser construida rescatando los profundos saberes y prácticas ya elaboradas en los territorios latinoamericanos.

Considerando las culturas de los pueblos indígenas, de los grupos descendientes de África y de otros continentes del mundo, que son la base de la diversidad cultural y étnica de la región; las teorías históricas, sociales, ecológicas, (geo)políticas y pedagógicas que marcan el pensamiento crítico de autores latinoamericanos; la educación popular y los movimientos de base; las prácticas comunitarias de auto-gestión, la economía solidaria, así como tantas otras prácticas y experiencias de alternativas al sistema neoliberal capitalista desarrolladas con éxito en el contexto latinoamericano.46 Lo importante es que muchas de estas prácticas están siendo desarrolladas en América Latina como alternativas concretas para superar las problemáticas existentes en esta región.3 Destacamos, de este modo, que existen otros caminos frente a un sistema que se pretende plantear como modelo único y universal.47 Latinoamérica es un mosaico de realidades marcado por la diversidad en varios sentidos, uno de ellos es el que en su cotidiano conviven las las lenguas indígenas, lenguas originarias de los colonizadores de Europa y las lenguas llamadas criollas.

Por lo anterior creemos que, en un primer momento, lo más importante y medular no será la palabra que se utilice, ya que lo que realmente importa es la esencia de los conceptos, esto es, las perspectivas y visiones que ellos expresan.48 A pesar de lo recién señalado, no podemos olvidar que los conceptos son nominados por una palabra específica, la cual también expresa, muchas veces, en su proceso de construcción etimológica, semántica, contextual, política, social, pedagógica y cultural algo más que un simple vocablo.49 Consideramos necesario destacar de forma explícita que los conceptos de ocio y de recreación son distintos.

  • Junto a lo anterior señalamos de forma abierta que tomamos, en este artículo, la opción de identificarnos con el concepto de ocio en cuanto una palabra que corresponde a los conceptos de lazer (portugués), leisure (inglés) y loisir (francés).
  • Aclaramos que desde nuestro punto de vista el ocio no es reducido al inverso del trabajo, como un supuesto “no trabajo”.

El ocio representa, así, un campo con características propias. Desde esta interpretación, el ocio es más amplio que la recreación, pudiendo incluso incluirla en cuanto posibilidad de vivenciar actividades generalmente ligadas a la diversión.50 Estas consideraciones exigen indagar y profundizar en que es lo que realmente queremos expresar con el concepto de “ocio”.

  1. Según la interpretación aquí adoptada, en cuanto una práctica social contextualizada desde América Latina, el ocio necesita ser comprendido y reconocido como una dimensión de la cultura.
  2. De esta manera, cada pueblo y cada sociedad que compone la región latinoamericana construye y significa sus prácticas culturales, que son vividas como disfrute de la cultura y de la vida social en sus propias temporalidades.

De esta forma, el ocio no está subyugado al trabajo industrial, a la urbanización, ni al capitalismo, como tampoco a la “modernidad”.51 Por lo anterior, la tradicional forma de conceptualizar al ocio únicamente en función del trabajo, como si fuera lo opuesto de este, necesita ser revisada.

Esta no es la única posibilidad de entender y vivenciar el ocio. Es fundamental destacar que desde esta visión la existencia del ocio queda solo justificada a partir de las necesidades y intereses del trabajo. Según nuestra interpretación el ocio necesita ser conceptualizado y resignificado a partir de otras miradas y la perspectiva de la cultura nos parece ser un importante sendero desde donde empezar este nuevo camino de cambio.

Desde aquí, entendemos que el ocio es una creación cultural y una práctica social compleja e históricamente determinada. Así entendido, el ocio no es un fenómeno aislado y se manifiesta en diferentes contextos según los sentidos y significados producidos/reproducidos culturalmente por las personas en sus relaciones con el mundo.

El ocio participa de la compleja trama histórico-social que caracteriza la vida en sociedad, y es uno de los hilos tejidos en la red humana de significados, símbolos y significaciones.52 En la vida cotidiana el ocio constituye relaciones dialógicas con otros campos además del trabajo, tales como la educación, la política, la economía, el lenguaje, la salud, el arte, la ciencia y la naturaleza, entre otras dimensiones de la vida, siendo parte integrante y constitutiva de cada sociedad.

Reflejando las peculiaridades del contexto histórico y sociocultural en el cual es desarrollado, el ocio implica “producción” de cultura – en el sentido de la reproducción, construcción e transformación de prácticas culturales vivenciadas lúdicamente por personas, grupos, sociedades e instituciones.53 De este modo, expresamos nuestra concepción de ocio como una dimensión de la cultura caracterizada por la vivencia lúdica de manifestaciones culturales en el tiempo/espacio social,

Así, el ocio se constituye en la articulación de tres elementos fundamentales: la ludicidad, las manifestaciones culturales y el tiempo/espacio social. Juntos, estos elementos configuran las condiciones materiales y simbólicas, subjetivas y objetivas que pueden –o no– hacer del ocio un potente aliado en el proceso de transformación de nuestras sociedades, volviéndolas más humanas e inclusivas (Gomes, 2010).54 Las manifestaciones culturales que constituyen el ocio son prácticas sociales vivenciadas como disfrute de la cultura, tales como: fiestas, juegos, paseos, viajes, música, poesía, grafiti y murales, pintura, escultura, danza, vivencias y expresiones corporales, fotografía, teatro, actividades comunitarias, ferias con nuevas modalidades de intercambio, actividades recreativas y deportivas, festivales y eventos artísticos, variadas modalidades de educación popular local, espacios de conversación y debate, entre muchas otras.

Estas y otras manifestaciones poseen significados singulares para cada sujeto y para cada grupo humano. Constituyen prácticas inmemorables en la vida de cada persona y en la cultura de cada pueblo y pueden asumir múltiples significados: al ser concretizadas en un determinado tiempo/espacio social, al dialogar con un determinado contexto y, también, al asumir un papel peculiar para los sujetos, grupos sociales, instituciones y sociedad que las vivencian histórica, social y culturalmente.55 No olvidemos que el ocio también comprende otras prácticas culturales enfocadas en posibilidades de introspección –tales como la meditación, la contemplación y el relajamiento– que pueden constituir significativas experiencias personales y sociales gracias a su potencial reflexivo.

Por cierto, existe un prejuicio con este tipo de experiencia porque ellas desafían la lógica productivista que impera en nuestra realidad social, al ser entendidas como un hacer nada, cuando lamentablemente pasan a ser consideradas como improductivas y como una pérdida de tiempo. De lo cual definitivamente discrepamos ya que no todo en la vida humana deberá ser medido únicamente por la vara de la productividad, y además, con lo cual nos preguntamos ¿Productivo para quién? Más aún, incluso si estás prácticas culturales fuesen improductivas, cual es la necesidad apremiante de tener que serlo ¿A que intereses y a que valores responde esa preocupación por la productividad? 56 Entonces, entendido así, todo fenómeno cultural, incluido el ocio, expresará las peculiaridades del contexto histórico y social en el cual se desenvuelve en cuanto “producción cultural” –en el sentido de reproducción, reconstrucción y transformación de diversos contenidos culturales vivenciados por las personas, grupos e instituciones.

Estas acciones serán construidas en un tiempo/espacio de producción humana, dialogando e influenciando y siendo influidas por las demás esferas de la vida en sociedad, lo que permitirá resignificar continuamente la cultura (Gomes, 2007).57 A su vez, constatamos que no hay fronteras absolutas y rígidas entre trabajo y ocio, tampoco entre el ocio y las obligaciones cotidianas.

Aunque el sujeto esté buscando satisfacción, más flexibilidad y libertad de elección a través del ocio, no siempre estará libre de obligaciones sociales, familiares, profesionales etc. Estos aspectos se mezclan en la vida cotidiana (Gomes, 2004).58 Desde esta perspectiva, el ocio puede generar una experiencia de apertura marcada por una actitud que rompa y transgreda con lo permitido y con lo lícito, mostrándose muchas veces al borde de lo socialmente adecuado y aceptado.

Justamente a esto se debe uno de los grandes temores, así como peligros que representa el ocio para el mantenimiento del status quo, De aquí surge, en parte, el intento de acallar y prohibir la disruptividad, contracorriente, alteridad e innovación subversiva, y todo aquello que pueden expresar un ocio problematizador, caótico, contrahegemónico y transformacional (Elizalde, 2010).

Con esto, agregamos que el ocio, a su vez puede, permitir el desarrollo de una nueva identidad y de un sentido de pertenencia más abarcador.59 Tenemos presente que las miradas sobre el ocio pueden ser diferentes ya que cada persona o investigador puede adoptar un punto de vista distinto para conceptualizarlo.

Como fue mencionado, “ocio” es, generalmente, una palabra rechazada en toda América Latina. Al optar por este concepto, no se pretende reforzar o sobrevalorar los saberes y prácticas del ocio tales como son entendidos en otros países no americanos, por ejemplo España.

  1. Nuestra opción, en cambio, representa una acción comprometida con la resignificación y con la reconceptualización del ocio en los estudios sobre la temática en América Latina.
  2. Lo que tomamos como un desafío y como un proceso ya iniciado.60 Con esto no pretendemos en ningún caso caer en un relativismo conceptual, pero si, abrirnos, como ya lo expresamos, a la posibilidad de multiplicidad de sentidos y comprensiones, que más que desvirtuar nuestro entendimiento, nos ayuden a ampliar las miradas.

De este modo reconocemos que al igual que en los ecosistemas naturales, la diversidad humana es el mejor antídoto ante la muerte social y cultural (Elizalde, 2008). Esta muerte puede ser entendida como una homogenización de mentalidades al buscar que todos pensemos igual, no existiendo el reconocimiento de la valiosa riqueza presente en las diferencias y singularidades.61 Como fue señalado, tanto la naturaleza como el mundo construido por los seres humanos, incluidos los fenómenos concretos y abstractos, pueden ser (y de hecho son) traducidos en conceptos, que solo son interpretaciones y explicaciones de lo real.

Frente a lo cual deberemos tener presente que todos los conceptos son solo construcciones humanas, por lo cual parciales y provisionales, factibles de perfección y en constante cambio, así como, con múltiples posibilidades de visiones y perspectivas diferentes, y con diversos niveles de profundización.62 Destacamos que será necesario tomar conciencia de que la mayoría de los entendimientos de ocio y de recreación conceptualizados y difundidos en América Latina fueron formulados en otros contextos, percibiendo que en general son insuficientes y en muchos casos inapropiados para la singularidad y diversidad cultural existente en las realidades latinoamericanas.

Por lo tanto, corresponden a otras motivaciones y representan otras perspectivas que no necesariamente estarán centradas en las mismas problemáticas, contradicciones y potencialidades propias de América Latina.63 Además, con mucho éxito, estas visiones procuran instituir un modelo único y homogenizante, lo que genera el mantenimiento de un orden instituido que muestra claros rasgos de exclusión y fragmentación social, así como variadas formas de pobrezas, que enfrentan y devastan amplias regiones del mundo, entre ellas las latinoamericanas.64 Aclaramos de forma explícita que la opción por el concepto de ocio en América Latina se fundamenta en las siguientes razones:

La recreación remite principalmente a actividades y en general está limitada a prácticas que no generan mayores reflexiones, lo que evidencia una dicotomía entre la teoría y la práctica. La recreación en cuanto práctica ha estado vinculada al recreacionismo y a la recreación dirigida, lo cual en muchos casos contribuye a mantener el status quo vigente en las sociedades latinoamericanas. En América Latina existen distorsiones en cuanto al uso del concepto de recreación, vinculándolo, por ejemplo, a las luchas obreras europeas del siglo XIX. Entendemos que el concepto de recreación en sus orígenes está relacionado al uso social y moralmente positivo del tiempo libre desde la transición del siglo XIX al XX. La recreación funcionó así como un potente dispositivo de control social en toda América frente al nuevo tiempo libre de la clase obrera, no correspondiendo necesariamente al derecho reivindicado y conquistado por los trabajadores europeos del siglo XIX. El ocio es más amplio que la recreación. Al ser el ocio entendido como una necesidad humana fundamental, la recreación pasa a ser uno de los posibles satisfactores de la necesidad de ocio. Por esto, el concepto de ocio puede abarcar a la recreación, lo que no ocurre de forma inversa. El ocio solo es aceptado cuando es útil a la lógica de producción y consumo capitalista. Generalmente es rechazado y visto como un vicio a ser combatido por que representa una amenaza al modelo de producción capitalista, que tiene la ética del trabajo como bien supremo. Potencialmente, el ocio puede confrontar el sistema vigente y justamente por esto puede adquirir un carácter contrahegemónico. El ocio contrahegemónico puede estimular a las personas a reflexionar sobre sus vivencias y ayudar a valorizar las diversas manifestaciones culturales lúdicas, ya no solo aquellas que pueden ser compradas y vividas de forma pasiva y alienada como fuga de la rutina o como evasión. De este modo, las personas podrían desarrollar su capacidad crítica y cuestionadora a través del ocio.

65 Estas consideraciones resaltan la necesidad de promover una educación crítica/creativa por y para el ocio contrahegemónico y resignificado, una vez que este representa una posibilidad de reflexionar sobre la realidad en que vivimos y así poder aportar a las urgentes transformaciones que requieren las sociedades humanas para lograr ser participativas, incluyentes, equitativas, democráticas y justas.

Por esto, el ocio no puede ser vistos como un antídoto para los problemas sociales cuyo objetivo sea simplemente aliviar las tensiones o compensar los dilemas que marcan profundamente el mundo actual (Gomes, Elizalde, 2009), sino solo como uno de los muchos elementos que posibilitará la construcción de sociedades realmente solidarias y sustentables.66 Desde una perspectiva crítica, cuestionadora y contrahegemónica, el ocio es fundamental para hacer frente a los emergentes conflictos humanos-sociales y ambientales-ecológicos que aumentan cada día más, mostrando una real situación de “emergencia planetaria” (Elizalde, 2007, 2008).

Es imprescindible destacar que entendido de esta forma, el ocio, puede estar comprometido con la búsqueda de alternativas desde una lógica contrahegemónica, que permita el reconocimiento, valoración y rescate de la diversidad cultural, elemento determinante si anhelamos sociedades donde sea posible el acceso a una vida buena para todos, los de hoy y los de mañana.67 Tenemos la certeza de que las discusiones aquí realizadas no agotan el tema, por el contrario, lo dejan abierto para nuevas y futuras reflecciones.

Todas estas ideas son tan solo algunas de las múltiples miradas que se pueden hacer en relación a la humanización y democratización del acceso de los sujetos de todas las edades, géneros, etnias y capas sociales a las oportunidades de ocio disponibles en sus realidades.68 En este sentido, el desafío de revalorar, resignificar y reconceptualizar el ocio no se tratará de una nueva forma de adoctrinamiento o hegemonía gnoseológica y epistemológica.

Siendo así, lo expuesto busca la producción de conocimientos nuevos que ayuden a conectar conceptos fragmentados y aislados, como una forma de volverlos coherentes y adecuados a las necesidades de la Latinoamérica actual. En este sentido, afirmamos que las teorías y conceptos responderán siempre a lo que entendemos por ser humano y a las utopías con que soñamos.69 Finalizamos invitando a otros autores y estudiosos de estas temáticas a que continúen las reflexiones y análisis aquí iniciadas sobre los conceptos de ocio y de recreación, tanto en Latinoamérica, como en otras partes del mundo.70 Quijano, Aníbal (2000), “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina”.