Células T – Células T citotóxicas Las células T citotóxicas exploran la superficie de las células del cuerpo para determinar si se han infectado con gérmenes o si se han vuelto cancerosas. De ser así, eliminan estas células. Células T cooperadoras Las células T cooperadoras “ayudan” a otras células del sistema inmunitario a activar y controlar la respuesta inmunitaria contra sustancias extrañas.
Hay diferentes tipos de células T cooperadoras, y algunas son más efectivas que otras contra diferentes tipos de gérmenes. Por ejemplo, una célula Th1 es más eficaz contra los gérmenes que causan infección dentro de otras células, como bacterias y virus, mientras que una célula Th2 es más eficaz contra los gérmenes que causan infección fuera de las células, como ciertas bacterias y parásitos.
Células T de regulación o Tregs Las Tregs controlan o suprimen otras células del sistema inmunitario. Tienen efectos útiles y perjudiciales. Mantienen la tolerancia a los gérmenes, previenen las enfermedades autoinmunes y limitan las enfermedades inflamatorias.
- Pero también pueden impedir que el sistema inmunitario haga su trabajo contra ciertos antígenos y tumores.
- Células T de memoria Las células T de memoria protegen el cuerpo contra antígenos que han encontrado previamente.
- Viven mucho tiempo después de que una infección ha terminado, ayudando al sistema inmunitario a recordar infecciones pasadas.
Si el mismo germen entra en el cuerpo por segunda vez, las células T de memoria lo recuerdan y se multiplican rápidamente, ayudando al cuerpo a combatirlo más rápido. Células T citotóxicas naturales Las células T citotóxicas naturales o asesinos naturales son un grupo mixto de células T que comparten características tanto de células T como de células citotóxicas naturales.
¿Qué pasa cuando los linfocitos están altos?
Si tu doctor determina que tu recuento de linfocitos es alto, el resultado de la prueba quizás sea evidencia de una de las afecciones siguientes: Infección (bacteriana, viral o de otro tipo) Cáncer de la sangre o el sistema linfático. Un trastorno autoinmunitario que provoca inflamación continua (crónica)
¿Qué pasa si los linfocitos son bajos?
La linfopenia (también llamada linfocitopenia), es un trastorno en el que la sangre no tiene suficiente cantidad de unos glóbulos blancos denominados linfocitos. Los linfocitos cumplen una función protectora en el sistema inmunológico. Hay tres tipos de linfocitos. Todos los linfocitos ayudan a la protección contra las infecciones, pero tienen diferentes funciones.
Los linfocitos B se producen en la médula ósea. Estas células fabrican anticuerpos para ayudar a recuperarse de una enfermedad (inmunidad humoral). También pueden proteger contra enfermedades futuras. Los linfocitos T se desarrollan en la glándula tímica, un órgano ubicado en el tórax que forma parte del sistema linfático, Los linfocitos T pueden matar a las células infectadas por virus o a las células cancerosas y pueden enviar señales para que otras células ayuden a destruir los virus (inmunidad celular). Los linfocitos T también ayudan a los linfocitos B a formar anticuerpos. Las células citolíticas naturales, que se desarrollan en la médula ósea, el timo y el hígado, son células inmunológicas que contienen enzima para eliminar células cancerosas o células infectadas por un virus.
Las infecciones pueden ser potencialmente mortales cuando las personas no tienen linfocitos T o B, como ocurre en la inmunodeficiencia combinada grave (SCID). En los adultos, alrededor del 20% a 40% de los glóbulos blancos del organismo son linfocitos.
Estas células ayudan a proteger el organismo de las infecciones. Si tiene una baja cantidad de linfocitos (linfopenia), tiene un mayor riesgo de sufrir infecciones. En todo el mundo, el principal factores de riesgo para desarrollar linfopenia es la mala nutrición. Infecciones, enfermedades, medicamentos y otros factores también aumentan el riesgo de presentar linfopenia.
La infección más frecuente que puede producir linfopenia es el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), que provoca el SIDA. A veces, la causa de la linfopenia no se conoce. Los síntomas de la linfopenia pueden ser de grado variable, de leves a graves, y se correlacionan con la gravedad de la linfopenia y su duración.
¿Cuánto es el nivel normal de linfocitos en la sangre?
Resultados normales Neutrófilos: 40% a 60% Linfocitos: 20% a 40% Monocitos: 2% a 8%
¿Qué valores de linfocitos indican leucemia?
Hemograma completo y examen de células sanguíneas (frotis de sangre periférica) – El hemograma completo o recuento sanguíneo completo es una prueba que mide las diferentes células en la sangre, tal como los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas.
Esta prueba se hace a menudo junto con un diferencial, que indica los números de los diferentes tipos de glóbulos blancos. Estas pruebas a menudo son las primeras que se realizan cuando se sospecha de un problema sanguíneo. Las personas con CLL tienen demasiados linfocitos. (A esto se le puede llamar linfocitosis ).
Tener más de 10,000 linfocitos/mm³ (por milímetro cúbico) de sangre sugiere fuertemente CLL, aunque se necesitan otras pruebas para confirmarlo. Puede que también presente niveles bajos de glóbulos rojos y de plaquetas. Una muestra de sangre se examina al microscopio (llamado frotis de sangre periférica).
¿Qué pasa si tengo 46 de linfocitos?
Dentro de los leucocitos o glóbulos blancos se encuentran los linfocitos, células encargadas de la producción de anticuerpos para combatir las infecciones y los tumores. Los niveles normales de los linfocitos están entre el 20 y el 40% de los leucocitos totales.
¿Cómo recuperar los linfocitos?
¿Te has hecho una analítica de sangre y te han aparecido los linfocitos bajos ? El déficit de estas células puede poner en riesgo tu salud, ya que se trata de una clase de glóbulos blancos que actúan como defensas y te protegen de infecciones. Es por ello que deberás tomar medidas para elevar los niveles hasta lo considerado normal.
- Por ello, deberás acudir a tu médico de cabecera y seguir estas recomendaciones de unComo acerca de cómo aumentar los linfocitos.
- Pasos a seguir: 1 Los linfocitos son un tipo de leucocito o glóbulo blanco —ambos nombres se refieren a la misma célula linfática—, es decir, las células del sistema inmunitario que se encargan de actuar frente a agentes externos y adversos.
Así pues, a la hora de aumentar los linfocitos, el objetivo será elevar en general los niveles totales de linfocitos y así mantener el organismo protegido de infecciones y demás patógenos. Será a través de una analítica de sangre donde se detallan los valores de cada una de estas células y el rango de linfocitos considerado normal oscila entre entre 1300 y 4000 células/ml. 2 Cabe destacar que la condición de tener un nivel excesivamente bajo de linfocitos puede deberse a causas muy diversas tales como:
VirusAnemia aplásicaAnomalías en la médula óseaSíndrome de Guillain-BarreEsclerosis múltipleArtritis reumatoideCáncerMedicamentos, quimioterapia.
Es por ello que si en tus análisis sanguíneos aparecen unos valores por debajo de los considerados normales, deberás consultar a tu médico lo antes posible para que realice las pruebas pertinentes para dar con la causa de este descenso. En base a ello, el tratamiento deberá adaptarse a tu caso particular.3 Además de las recomendaciones médicas y los posibles tratamientos farmacológicos que el facultativo pueda recetarte, también existen algunos consejos que podrán ayudarte a la hora de aumentar los linfocitos,
Alimentos ricos en vitamina C : frutas cítricas (naranjas, mandarinas, pomelos, limones, etc.), kiwi, fresas, pimiento rojo, brócoli y otros vegetales de hoja verde. Alimentos con zinc: ostras, chocolate puro, frutos secos, hígado, etc. son ricos en zinc y este mineral ayuda a elevar los linfocitos. Carnes : tanto las carnes rojas como el pollo ayudarán a aumentar los valores de glóbulos blancos por su alto contenido en proteínas y zinc. Alimentos con omega 3 : estos ácidos grasos esenciales ayudarán a elevar los niveles de leucocitos y, por ende, de linfocitos. Algunos ejemplos son los pescados azules y los frutos secos, pero te sugerimos consultar este otro artículo sobre los alimentos ricos en omega 3, Probióticos : son apropiados para reforzar nuestro sistema inmunitario y entre ellos se encuentran el yogur o el kéfir.
Así mismo, para ampliar la información que deberás consumir para aumentar los linfocitos, te recomendamos este artículo sobre qué alimentos aumentan los glóbulos blancos. 4 Del mismo modo, a la hora de aumentar los linfocitos, deberemos mantener hábitos de vida saludables, lo que supone:
Practicar ejercicio físico de forma habitual, ya sea a través de algún deporte, en el gimnasio, caminando diariamente, etc.Dejar de fumar, en caso de que se fume.Evitar las situaciones de tensión y estrés, por lo que se pueden practicar técnicas de relajación como el yoga o la meditación.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar. Si deseas leer más artículos parecidos a Cómo aumentar los linfocitos, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Enfermedades y efectos secundarios,
¿Por qué los leucocitos se bajan?
Varias afecciones pueden conducir a la disminución de los leucocitos ESTIMADA MAYO CLINIC: A mi nieta de 16 le acaban de diagnosticar baja cantidad de glóbulos blancos después de dos visitas al departamento de emergencia debido a migraña, vómito y pérdida temporal de la visión.
¿Cuál puede ser la causa de la disminución de los glóbulos blancos en alguien de su edad? Me preocupa que se trate de algo grave y me pregunto qué otro análisis se le debería hacer. RESPUESTA: Muchas enfermedades y afecciones pueden conducir a la, En este caso, es difícil decir cuál es la causa específica sin contar con más información.
Es poco probable que la disminución se relacione con la migraña y demás síntomas, por lo que sería mejor realizarle otro análisis de sangre para ver si el problema todavía continúa. El médico puede, entonces, decidir si es necesario evaluar más a fondo a la muchacha.
- La sangre tiene varios componentes: los leucocitos, o glóbulos blancos, que combaten infecciones; los eritrocitos, o glóbulos rojos, que transportan oxígeno; y, las plaquetas que ayudan en la coagulación de la sangre.
- La médula ósea es el tejido esponjoso dentro de los huesos que se encarga de producir estas células sanguíneas.
Existen varios tipos de leucocitos: los neutrófilos que combaten infecciones micóticas y bacterianas; los linfocitos que protegen al cuerpo contra infecciones virales, los monocitos que ayudan a desechar tejidos muertos o dañados y regulan la respuesta inmunitaria del cuerpo; los eosinófilos que combaten enfermedades; y, los basófilos que desempeñan una función en la cicatrización de heridas, en infecciones y en reacciones alérgicas.
- Una de las causas más comunes de la disminución de los leucocitos es una infección viral.
- A veces, esas infecciones pueden alterar temporalmente la producción de células sanguíneas por parte de la médula ósea, reduciendo su presencia en la sangre.
- Por lo general, las cantidades se recuperan a medida que el cuerpo se restablece de la infección.
La mayoría de personas no presenta ningún efecto duradero de este descenso temporal en las células sanguíneas. Algunos medicamentos también pueden conducir a la disminución de los leucocitos debido a que destruyen los glóbulos blancos o dañan la médula ósea.
- Por ejemplo, tomar antibióticos puede a veces ocasionar un descenso anormal en los neutrófilos, afección conocida como,
- Con esa idea en mente, valdría la pena que el médico de su nieta revisase todos los medicamentos de la muchacha para ver si éstos son la causa de los cambios en las cantidades de las células sanguíneas.
Varias otras afecciones y trastornos también pueden conducir a neutropenia. Si desea información general sobre esta afección y más detalles respecto al diagnóstico y tratamiento, vea un, La lista de otras causas posibles para el descenso de los leucocitos en una persona es larga.
- Los trastornos autoinmunes, los trastornos congénitos que afectan el funcionamiento de la médula ósea, los trastornos del bazo, ciertas enfermedades infecciosas, el cáncer y las enfermedades parasitarias, entre otros, pueden conducir a la disminución de los leucocitos.
- El primer paso que su nieta debería tomar es realizarse un, análisis que mide los componentes sanguíneos.
El tipo específico de leucocito que el análisis muestre bajo en su nieta, así como los resultados de otras medidas de los componentes sanguíneos, pueden ayudar a esclarecer la causa de la disminución. Los demás síntomas que usted menciona, de dolor de cabeza, pérdida de la visión y vómito, también deben evaluarse mediante un examen físico, una revisión de los antecedentes médicos personales y familiares de su nieta, así como cualquier otro examen que el médico recomiende.
¿Por qué los leucocitos están bajos?
Las causas de un recuento bajo de glóbulos blancos incluyen las siguientes: Anemia aplásica. Quimioterapia. Radioterapia.
¿Qué sale alterado cuando hay leucemia?
La leucemia es un tipo de cáncer de la sangre que comienza en la médula ósea, el tejido blando que se encuentra en el centro de los huesos, donde se forman las células sanguíneas. El término leucemia significa sangre blanca. Los glóbulos blancos (leucocitos) son producidos en la médula ósea y el cuerpo los utiliza para combatir infecciones y otras sustancias extrañas.
La leucemia lleva a un aumento incontrolable de la cantidad de glóbulos blancos. Las células cancerosas impiden que se produzcan glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos maduros (leucocitos) saludables. Entonces, se pueden presentar síntomas potencialmente mortales a medida que disminuyen las células sanguíneas normales.
Las células cancerosas se pueden propagar al torrente sanguíneo y a los ganglios linfáticos. También pueden viajar al cerebro y a la médula espinal (el sistema nervioso central) y otras partes del cuerpo. La leucemia puede afectar a niños y adultos. Las leucemias se dividen en dos tipos principales:
Aguda (que progresa rápidamente).Crónica (que progresa más lentamente).
Los tipos principales de leucemia son:
Leucemia linfocítica aguda (LLA) Leucemia mielógena aguda (LMA) Leucemia linfocítica crónica (LLC) Leucemia mielógena crónica (LMC)
Appelbaum FR. Acute leukemias in adults. In: Niederhuber JE, Armitage JO, Kastan MB, Doroshow JH, Tepper JE, eds. Abeloff’s Clinical Oncology,6th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 95. Hunger SP, Teachey DT, Grupp S, Aplenc R. Childhood leukemia. In: Niederhuber JE, Armitage JO, Kastan MB, Doroshow JH, Tepper JE, eds.
Abeloff’s Clinical Oncology,6th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 93. Versión en inglés revisada por: Todd Gersten, MD, Hematology/Oncology, Florida Cancer Specialists & Research Institute, Wellington, FL. Review provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M.
Editorial team. Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.
¿Qué sale alterado en un analisis de sangre cuando tienes leucemia?
Diagnóstico – Los médicos pueden descubrir la leucemia crónica en un análisis de sangre de rutina antes de que comiencen los síntomas. Si eso sucede, o si tienes signos o síntomas que indican leucemia, pueden hacerte los siguientes exámenes de diagnóstico:
Examen físico. Tu médico buscará signos físicos de leucemia, como palidez de la piel por la anemia, ganglios linfáticos inflamados, y agrandamiento del hígado y del bazo. Análisis de sangre. Al observar una muestra de sangre, tu médico puede determinar si tienes niveles anormales de glóbulos rojos o blancos, o plaquetas, lo que puede indicar leucemia. Un análisis de sangre también puede mostrar la presencia de células de leucemia, aunque no todos los tipos de leucemia hacen que dichas células circulen en la sangre. Algunas veces las células de leucemia permanecen en la médula ósea. Análisis de médula ósea. Tu médico puede recomendarte un procedimiento para extraer una muestra de médula ósea del hueso de la cadera. La médula ósea se extrae con una aguja delgada y larga. La muestra se envía a un laboratorio para buscar células de leucemia. Las pruebas especializadas de las células de leucemia pueden revelar algunas características que se usan para determinar las opciones de tratamiento.
¿Qué órgano produce los linfocitos?
La médula ósea: es el tejido blando que se encuentra dentro de los huesos donde se forman todos los glóbulos, incluidos los linfocitos. La médula ósea produce células T y otros linfocitos denominados ‘células B’.
¿Qué marca los linfocitos?
Chemocare.com Cuidado Durante La Quimioterapia Y M�s All� El sistema inmunitario es una red compleja de células (como los linfocitos) y órganos que trabajan juntos para defender al cuerpo de sustancias extrañas (antígenos) tales como las bacterias, los virus o las células tumorales.
- Cuando el cuerpo descubre una sustancia extraña, varios tipos de células entran en acción en lo que se denomina respuesta inmune.
- A continuación se describen algunas de las células que forman parte del sistema inmunitario.
- Linfocitos Los linfocitos son uno de los principales tipos de células inmunitarias.
Los linfocitos se dividen principalmente en células B y T.
Los linfocitos B producen anticuerpos, proteínas (gamma-globulinas), que reconocen sustancias extrañas (antígenos) y se unen a ellas. Los linfocitos B (o células B) están programados para hacer un anticuerpo específico. Cuando una célula B se encuentra con su antígeno desencadenante, ésta produce muchas células grandes conocidas como células plasmáticas. Cada célula plasmática es esencialmente una fábrica para producir anticuerpos. Un anticuerpo corresponde a un antígeno de la misma manera que una llave lo hace con su cerradura. Siempre que el anticuerpo y el antígeno se corresponden, el anticuerpo marca el antígeno para su destrucción. Los linfocitos B no pueden penetrar en las células, de manera que el trabajo de atacar estas células diana se deja a los linfocitos T. Los linfocitos T son células que están programadas para reconocer, responder a y recordar antígenos. Los linfocitos T (o células T) contribuyen a las defensas inmunitarias de dos formas principales. Algunos dirigen y regulan las respuestas inmunes. Cuando son estimulados por el material antigénico presentado por los macrófagos, las células T forman linfocinas que alertan a otras células. Otros linfocitos T pueden destruir células diana (dianocitos) al entrar en contacto directo con ellas.
Macrófagos Los macrófagos son la primera línea de defensa del cuerpo y cumplen muchas funciones. Un macrófago es la primera célula en reconocer y envolver sustancias extrañas (antígenos). Los macrófagos descomponen estas sustancias y presentan las proteínas más pequeñas a los linfocitos T.
Las células T están programadas para reconocer, responder a y recordar antígenos.) Los macrófagos también producen sustancias llamadas citocinas que ayudan a regular la actividad de los linfocitos. Células dendríticas Las células dendríticas se conocen como el tipo de célula más eficiente en la presentación de antígenos, y tienen la capacidad de interactuar con las células T e iniciar una respuesta inmune.
Las células dendríticas están recibiendo cada vez más atención científica y clínica debido a su función clave en la respuesta inmune y su posible uso en las vacunas antitumorales. Leucocitos Hay diferentes tipos de leucocitos que forman parte de la respuesta inmune.
- Los granulocitos neutrófilos son las células inmunitarias más comunes del cuerpo.
- En una infección, su número aumenta rápidamente.
- Son los principales componentes del pus y se encuentran alrededor de las inflamaciones más comunes.
- Su función es ingerir y destruir el material extraño.
- Los basófilos y eosinófilos son leucocitos que contienen grandes gránulos dentro de la célula.
Estos interactúan con determinados materiales extraños. Un aumento de su actividad puede provocar una reacción alérgica. La respuesta inmune es un esfuerzo coordinado. Todas las células inmunitarias trabajan juntas, por lo que necesitan comunicarse entre sí.
- Esta comunicación se logra mediante la secreción de mayores niveles de una molécula proteica especial llamada citocina, que actúa sobre otras células.
- Hay muchos tipos diferentes de citocinas.
- Ejemplos de éstas son las interleucinas, los interferones, los factores de necrosis tumoral y los factores estimulantes de colonias.
Algunas estrategias de tratamiento con inmunoterapia incluyen la administración de mayores cantidades de estas proteínas mediante inyección o infusión. Esto se realiza para estimular las células del sistema inmunitario a fin de que actúen de manera más eficaz o para hacer que las células tumorales sean más reconocibles para el sistema inmunitario.
Advertencia: Hay personas que promocionan terapias no comprobadas como potenciadores del sistema inmunitario. Sea cuidadoso al evaluar estas afirmaciones. Los siguientes son tipos de inmunoterapia que se usan con frecuencia y de manera legítima en la práctica médica científica y tradicional. Más información sobre quimioterapia: Chemocare.com est� dise�ado para proporcionar la informaci�n m�s reciente acerca de la quimioterapia para los pacientes y sus familias, cuidadores y amigos,
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¿Cuándo se activan los linfocitos?
– El receptor clonotípico de las células T (TCR) presenta dos funciones principales según la fase de desarrollo en que se encuentre la célula dentro del linaje de los linfocitos T:
- Durante la maduración de los timocitos en el timo, participa en la selección tímica positiva y negativa.
- Una vez que el linfocito T ha madurado, emigra a la periferia, y entonces el receptor participa en el reconocimiento de antígenos, lo que desencadena un programa de activación que lleva a la proliferación y diferenciación de las células T en dos subclones: uno de células efectoras, y otro de células de memoria.
El proceso de reconocimiento varía según que hablemos de TCR-2 ( a b ) o del TCR-1 ( g d ): en el primer caso, y como ya hemos visto, se reconocen péptidos en el contexto del haplotipo propio del MHC clásico, y se requieren moléculas coestimuladoras y coseñalizadoras, notablemente la CD4 (para linfocitos T H ) o la CD8 (para los linfocitos T C ); en el caso del g d, no se requiere MHC clásico, y no participan CD4 ni CD8.
Maduración : la enorme diversidad antigénica potencial se reduce a un 2% durante la maduración intratímica de los timocitos: sólo llegan a madurar aquellas células restringidas a reconocer lo no-propio en el contexto del haplotipo MHC propio (autorrestricción y autotolerancia). Las fases finales de la maduración ocurren por dos rutas de desarrollo diferentes que generan dos subpoblaciones: linfocitos CD4 + (restringidos por MHC-II) y linfocitos CD8 + (restringidos por MHC-I). | |
Activación : La activación de células T maduras periféricas se inicia con la interacción entre el TCR y un péptido antigénico enclavado en la hendidura del MHC. Como ya comentamos, la baja afinidad (10 -5 M) de esta interacción ternaria se ve potenciada por la presencia de correceptores y otras moléculas de membrana, que funcionan para fortalecer la interacción ternaria TCR-péptido-MHC, y para transducir la señal activadora al interior de la célula T. Ello desencadena la proliferación clonal y diferenciación en dos subpoblaciones, una de T efectoras y otra de T de memoria. |
Desarrollo del timo: El estroma tímico surge al inicio del desarrollo embrionario a partir de capas ectodérmicas y endodérmicas procedentes del tercer bolsillo faríngeo y de la tercera hendidura branquial. Estas dos estructuras se invaginan, y se cierran, y las dos capas quedan superpuestas, de modo que la ectodérmica rodea a la endodérmica, formando el llamado rudimento tímico.
La capa ectodérmica formará los tejidos epiteliales corticales del timo; | |
La capa endodérmica formará los tejidos epiteliales medulares. |
El rudimento tímico atrae entonces a células de origen hematopoyético, que lo colonizan: células dendríticas, macrófagos y precursores de timocitos. Al nacer, los humanos tienen ya plenamente desarrollado el timo.
En su corteza encontramos sólo timocitos en fases tempranas de su maduración, junto con algunos macrófagos, dentro del estroma cortical a base de células corticales epiteliales. | |
En la médula encontramos timocitos en fases más avanzadas de maduración con células dendríticas y macrófagos, todos inmersos en un estroma medular a base de células epiteliales medulares. |
Los ratones, al nacer, aún no han terminado de formar el timo adulto. En el ratón, las células progenitoras abandonan la médula ósea y llegan al timo hacia el día undécimo de gestación (en humanos esto ocurre en las semanas 8ª y 9ª), atraídas por factores quimiotácticos producidos por las células epiteliales tímicas.
- Entonces comienza la ruta ontogenética que conducirá a la formación de linfocitos T maduros.
- Al igual que para la maduración de los linfocitos B, aquí veremos cómo aparecen (o desaparecen) de modo ordenado ciertas moléculas marcadoras de superficie (CD) del linaje de los linfocitos T, y aludiremos a los momentos en los que se producen los fenómenos de reordenación de segmentos genéticos ya estudiados en el capítulo anterior.
El primer marcador de superficie en aparecer (en ratón) es el Thy-1 (equivalente al CD2 de humanos), que ya no se pierde (por lo tanto, se trata de un marcador que caracteriza al linaje de T). Estas células Thy-1 + CD4 – CD8 – ( dobles negativas ) pueden escoger dos vías alternativas:
- En una de las dos rutas, las células hacen reordenaciones productivas de g y d y expresan CD3 en su membrana. Suponen sólo <1% de los timocitos. Son las primeras en aparecer: se detectan al día 14 de gestación, pero desaparecen al nacimiento.
- La mayoría escoge una vía alternativa, que discurre de la siguiente manera:
día 16º: Las células reordenan genes de cadenas b, Si no se logran reordenaciones productivas, entran en apoptosis. Si la reordenación es productiva, la cadena b se asocia con la llamada cadena a sustitutiva (una especie de “pseudo- a “, o cadena a de pre-T, que se abrevia pT a ), generando el receptor pT a : b (junto con CD3). Este receptor induce la proliferación celular y la coexpresión de CD4 y CD8: de este modo aparecen los timocitos grandes doble positivos, El receptor pT a : b también induce la reordenación de genes de cadenas a, | |
Día 17º: CD4 + CD8 + TCR-2 + ( a b ) CD3 +, Se trata de los pequeños timocitos dobles positivos, que dejan de dividirse. Estas células ya provistas del complejo receptor específico van a ser sometidas, hasta la época del nacimiento (en que alcanzan sus máximos niveles), a selección positiva y negativa: |
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Los timocitos dobles positivos que superan la doble selección tímica se desarrollan en una de dos posibles rutas alternativas:
CD4 + CD8 – TCR-2 + CD3 + (representan el 10% de timocitos) | |
CD8 + CD4 – TCR-2 + CD3 + (un 5% de los timocitos) | |
adicionalmente, y quizá procedente de los anteriores, al 5º día del nacimiento se detecta una tercera subpoblación de CD4 – CD8 – TCR + CD3 +, |
Estas poblaciones abandonan el timo como linfocitos T maduros (inmunocompetentes) vírgenes, y circulan por la periferia, pudiéndose establecer en órganos linfoides secundarios (ganglios) y recirculando continuamente entre sangre y linfa, a la espera de que en uno de sus asentamientos en ganglios llegue a encontrar su antígeno; si no lo encuentra, muere al cabo de unas 5 a 7 semanas.
Los timocitos doble negativos se localizan en la zona subcapsular de la corteza. | |
Los pequeños timocitos dobles positivos se localizan en la corteza. | |
Los timocitos maduros CD4 + y CD8 + se ubican en la médula. | |
En la corteza, las células epiteliales corticales establecen contactos por sus largos procesos de membrana con los timocitos. |
En ambos procesos selectivos parecen jugar un papel importante las células del estroma tímico: células epiteliales tímicas, macrófagos y células dendríticas; todas ellas expresan en sus membranas grandes niveles de moléculas MHC-I y/o MHC-II. Los timocitos inmaduros dobles positivos (CD4 + CD8 + TCR + CD3 + ) interaccionan, por mecanismos aún oscuros, con estas células estromales, lo que conduce a la selección positiva y negativa.
- En la selección positiva se da interacción de los timocitos con células epiteliales corticales del timo (Las células corticales epiteliales van provistas de largos procesos de membrana que permiten contactos simultáneos con varios timocitos).
- Algunos autores han sugerido la interacción de los timocitos inmaduros dobles positivos con dichas células epiteliales por medio del TCR restringido por MHC podría conllevar algún tipo de señal protectora que librara a estos timocitos de la muerte celular programada; en cambio, la apoptosis afectaría a los timocitos no restringidos por MHC propio.
De los timocitos que sobreviven a la selección positiva algunos llevan TCR de baja afinidad hacia auto-péptidos presentados por MHC, y otros llevan TCR con alta afinidad hacia auto-péptidos presentados por ese MHC: estos últimos sufren selección negativa, que ocurre en la zona de transición cortico-medular y en la médula tímica, y en la que las células dendríticas y los macrófagos interaccionan con los timocitos portadores de TCR de alta afinidad hacia o hacia MHC solo.
Los auto-péptidos que inducen la selección negativa son aquellos derivados de proteínas expresadas en el mismo timo, así como aquellos procedentes de proteínas ubicuas que llegan al timo por la circulación. Así pues, la autotolerancia se consigue eliminando células T (en realidad sus precursores inmaduros, timocitos) autorreactivas, y permitiendo el desarrollo de las específicas que reconocen péptidos extraños (no-propios) enclavados en el MHC propio (una combinación que alguien ha denominado como “lo propio alterado”).
La selección positiva también regula otros dos fenómenos en los que no nos vamos a detener:
Regulación de reordenaciones de cadenas a : la expresión en membrana del TCR no es suficiente para desconectar los genes de RAG y de TdT, de modo que continúa la reordenación de segmentos génicos de cadenas a, pudiéndose dar el caso de que una misma célula pueda tener dos tipos de TCR que tienen en común sus cadenas b, pero que difieren en las cadenas a, si bien sólo uno de ellos será funcional. | |
La selección positiva también regula la expresión del correceptor (CD4 o CD8) en las células maduras (es decir, el hecho de que dejan de ser doble positivas para convertirse en CD4 + o CD8 + ). Ello depende a su vez de la especificidad del TCR por la clase de MHC (I o II). El mecanismo de esta retención selectiva de sólo uno de los correceptores es aún objeto de investigación y debate. |
La activación y expansión clonal de T H es un acontecimiento central en la producción de las respuestas inmunes específicas (tanto la humoral como la celular). Se trata de un proceso complejo que en los últimos años está siendo paulatinamente desentrañado. Antes de entrar en detalles, podemos resumirlo para tener una idea general:
los linfocitos T vírgenes son células en reposo que se encuentran “aparcadas” en la fase G 0 del ciclo celular. La activación, proliferación y diferenciación de estas células es un fenómeno complejo. | |
La activación se inicia cuando el linfocito T H interacciona, a través de su complejo TCR-CD3, con el antígeno peptídico (exógeno) -procedente de procesamiento endosómico- enclavado en el surco de MHC-II de una célula presentadora. En esta interacción inicial, y en la señal que se va a producir, participan, además, moléculas accesorias, como el correceptor CD4. | |
Esta interacción inicial “dispara” una compleja cascada de acontecimientos bioquímicos, en la que son esenciales actividades quinasas y fosfatasas, y que culminan con la activación y expresión de diversos genes, entre los que se cuentan el de la IL-2 y el de su receptor. | |
La secreción autocrina de IL-2 por parte de los linfocitos T H hace que éstos salgan de la fase G 0 y entren y progresen en el ciclo celular: ello provoca la proliferación y diferenciación de la célula T en dos subpoblaciones: una de células efectoras (las T coadyuvantes o colaboradoras) y las T H de memoria. | |
Pero para que ocurra esto se requieren, además señales coestimulatorias. Si tales señales químicas no se suministran al tiempo en que se está produciendo la interacción específica TCR-péptido-MHC, se induce un estado de incapacidad de respuesta inmune que se denomina anergia, que se manifiesta en tolerancia inmunológica hacia el estímulo antigénico. |
El TCR tiene colas citoplásmicas cortas que por sí mismas son incapaces de señalización intracelular. Una vez que dicho TCR se une al péptido:MHC, esta señal se transduce al interior de la célula T por medio de los dominios citoplásmicos de CD3, el correceptor CD4 y varias moléculas accesorias (CD2, CD45).
Se trata de una proteín-quinasa que se une a membrana mediante ácido mirístico engarzado a la glicocola en posición 2 (Gly 2 ). | |
Posee dos secuencias homólogas con otras proteínas (SH2 y SH3). | |
La SH2 participará en el reconocimiento de tirosinas fosforilables en la proteína diana. | |
La porción carboxiterminal es la que tiene actividad de quinasa. Obsérvese la existencia de dos tirosinas (representadas por Y): la que está en la posición 394 (denominada de regulación positiva) es la tirosina que se fosforila al activarse el linfocito T, mientras que la que está en posición 505 (llamada Tyr de regulación negativa) está fosforilada (Tyr-P) en las células T en reposo, y se desfosforila cuando las células se activan. | |
En el primer tercio se encuentra una cisteína que será la encargada de unirse por puente disulfuro con CD4 (o en el caso de T C, con CD8). También se asocia físicamente con las cadenas x y e del CD3. |
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Aparte de esta secuencia de acontecimientos, los altos niveles citosólicos de Ca ++ pueden estimular igualmente a la proteín-quinasa C (PKC) y la quinasa MAP-II.
- El DAG estimula, junto con el Ca ++, a la proteín-quinasa C (PKC), que hasta ese momento residía en el citoplasma.
- Al activarse, la PKC emigra a la cara interna de la membrana citoplásmica; allí, en presencia de los fosfolípidos, ejerce su función como serín/treonín-quinasa:
fosforila una amplia variedad de proteínas, entre las cuales se encuentra la codificada por el protooncogén ras, La proteína Ras a su vez inicia otra cascada de fosforilaciones que llega hasta las quinasas MAP. Estas quinasas parece que emigran al núcleo, donde activan por fosforilación a factores de transcripción: |
c-fos y c-jun se unen para formar el ya citado AP1, que se une solo o junto con NF-AT, reconociendo en cada caso secuencias específicas de la zona promotora/intensificadora de ciertos genes.
otra de las consecuencias de la actividad PKC es que se fosforila el componente inhibidor del factor NF- k B que estaba retenido en el citoplasma.Al fosforilarse, el componente inhibidor queda a merced de unas proteasas, que lo degradan. Es entonces cuando el NF- k B puede emigrar al núcleo y unirse a secuencias específicas del promotor del gen de IL-2 y de otros genes. |
Además de las señales suministradas a partir del contacto entre el complejo TCR-CD3 con el péptido-MHC, la activación del linfocito T H requiere una señal adicional, denominada coestimulatoria, que puede consistir en alguna de las siguientes:
la citoquina IL-1, suministrada por la célula presentadora de antígeno (APC), | |
la citoquina IL-6, de la APC, | |
pero la señal más potente es la que supone el contacto entre la molécula B7 (=CD80) de la célula presentadora y la CD28 o la CTLA-4 del linfocito T H, |
B7 (=CD80) consta de dos cadenas idénticas con dos dominios de tipo Ig. Se expresa exclusivamente en células presentadoras de antígeno capaces de estimular a linfocitos T. Se puede presentar en dos versiones estructuralmente parecidas, denominadas B7.1 y B7.2.
La CD28 es una glucoproteína homodimérica, cuyo monómero pesa 44 kDa, presente en linfocitos T H en reposo. Cada cadena presenta un dominio de tipo V-Ig, y está muy glucosilada. Tiene afinidad baja hacia la B7. La CTLA-4 está codificada por un gen cercano al de la CD28, presentando ambas grandes homologías.
Pero la CTLA-4 sólo se expresa en linfocitos T H activados, siendo su afinidad muy alta hacia la molécula B7. Parece que interviene en las interacciones entre T H y B (). La interacción entre CD28 y B7 ejerce un efecto sinérgico sobre la señal transmitida desde el complejo TCR-CD3, de modo que aumenta la producción de IL-2 y la proliferación de linfocitos T coadyuvantes.
- Parece que la vía coestimulatoria se basa en la activación de proteín-tirosín-quinasas que activan a la PLC g 1, de modo que se potencia la ruta calmodulina/calcineurina.
- Por otro lado, las PTK activan un factor de transcripción (CD28R) que mejora los niveles de transcripción de IL-2 y prolonga la vida media de su ARNm.
Resumiendo la idea central emanada del apartado anterior, podemos decir que tras la interacción del linfocito T H con el péptido enclavado en el surco de MHC-II de una célula presentadora de antígeno, se pone en marcha unas rutas que conducen a la activación de una serie de genes.
- Genes de expresión inmediata (una media hora). Estrictamente hablando, estos genes no se activan, sino sus productos ya preformados.
- Genes de expresión temprana (1 a 2 horas): son esencialmente los que codifican las citoquinas IL-2 (así como el gen de su receptor IL-2R), IL-3, IL-6 e interferón gamma (IFN- g ).
- Genes de expresión tardía (hasta 2 días o más): los que codifican ciertas moléculas de adhesión intercelular.
Para que se produzca la expansión clonal de los linfocitos T H se necesita un incremento en la expresión del gen de la interleuquina 2 (IL-2) y de su receptor (IL-2R). En esta tarea interviene una serie de proteínas reguladoras y factores de transcripción que se unen a secuencias específicas de la zona 5′ no codificadora (promotor/intensificador) de los correspondientes genes:
complejo AP1 (c-Fos+c-Jun): se une al elemento TRE | |
factor nuclear NF-AT | |
factor, que es específico de las células T: se une al elemento ARRES | |
complejo Oct-1+Oct-2+OAP: se une a OBM | |
factor NF- k B: se une a la secuencia k B-RE. |
La forma fosforilada (citoplásmica) de NF-AT, al activarse el linfocito T, se desfosforila por la acción de la calcineurina, con lo que se activa y emigra al núcleo; allí forma complejo con AP1, reconociendo una secuencia específica (denominada ARRES) del promotor de los genes de IL-2 y de IL-2R.
- Esta desfosforilación del NF-AT se puede inhibir por la acción de drogas como la ciclosporina A (Cs-A) o el FK506: La Cs-A forma complejo con la inmunofilina del individuo, y dicho complejo bloquea la acción desfosforiladora de la calcineurina hacia el factor NF-ATc-P.
- Ello provoca el bloqueo de la activación de los linfocitos T H, con lo que disminuye la intensidad de la respuesta inmune.
Por esta razón estos fármacos se emplean para la inmunosupresión de enfermos trasplantados o con injerto. La unión de un linfocito T H con un complejo péptido-MHC II de una célula presentadora de antígeno puede conducir a dos tipos de respuestas opuestas:
activación y expansión clonal | |
anergia clonal |
La anergia clonal es la incapacidad proliferativa de un linfocito tras un contacto con el complejo péptido-MHC, y se debe a la carencia de la señal coestimulatoria proporcionada por la interacción entre CD28 del linfocito T H y B7 de la APC. No se trata de una mera no-respuesta pasiva, sino que la anergia es un estado activo de no proliferación.
- Si ponemos en contacto linfocitos T H con APC fijadas por glutaraldehido (y que por lo tanto no expresan moléculas B7 en su membrana), el linfocito entra en anergia. Esto se debe a que aunque ha contactado por su complejo TCR-CD3 con el péptido-MHC (señal #1), la APC no le ha suministrado la señal coestimultoria (señal #2), con lo que el T H produce poca IL-2.
- Para confirmar que la anergia es un estado activo, tomemos el linfocito hecho anérgico en el experimento 1) y mezclémoslo con APC normales: pues bien, a pesar de que ahora en principio están disponibles las moléculas implicadas en la señal #2, el linfocito T H sigue sin capacidad de respuesta. Es decir, una vez que un linfocito ha sido hecho anérgico, ese estado se mantiene a pesar de que a posteriori se le suministre la señal coestimuladora.
- Para demostrar que la señal #2 (coestimulatoria) es distinta de la señal #1, se puede realizar el siguiente experimento: tomamos linfocitos normales, y los ponemos simultáneamente en contacto con una APC fijada por glutaraldehido y con una APC alogénica (de distinto haplotipo MHC) normal (no fijada). El resultado ahora es que el linfocito se activa de modo normal. Esto se debe a que la APC fijada le suministra la señal #1 específica (dependiente de interacción TCR-péptido-MHC) aunque no la señal #2; pero dicha señal coestimulatoria se la suministra la APC alogénica, que posee su B7.
El requerimiento simultáneo de ambas señales implica que sólo las APC profesionales pueden iniciar las respuestas inmunes dependientes de células T. Ello es importante para evitar la autoinmunidad. Como se recordará, no todos los clones de T potencialmente autorreactivos son eliminados durante la maduración tímica.
Los clones que “escapan” podrían en principio reconocer auto-péptidos en cualquier célula propia (señal #1), y luego interaccionar con una APC, que les suministraría la señal coestimulatoria (señal #2), con lo que se activarían, iniciando una peligrosa reacción de autoinmunidad. Pero como hemos visto, la realidad es que para que un linfocito T virgen sea activado, se le deben suministrar las dos señales al mismo tiempo y en la misma célula, y este criterio sólo lo cumplen esas células presentadoras profesionales,
De esta manera, se evita la autoinmunidad, y de hecho, si la célula T reconoce un autopéptido en ausencia de la señal de B7 entra en anergia, con lo ese clon será autotolerante. Un 90-95% de las células T periféricas son de tipo a b (o sea, TCR-2), existiendo una proporción de CD4 + doble que las CD8 +, En general, las CD4 + funcionan como células T coadyuvantes (T H ) y las CD8 + lo hacen como T citotóxicas (T C ), aunque parece que ambas poblaciones expresan el mismo repertorio de segmentos variables (V a y V b ).
bajos niveles de moléculas de adhesión | |
altos niveles del receptor de alojamiento (homing) llamado L-selectina, que les permite unirse a la dirigina (addressin) vascular de las vénulas de endotelio alto (HEV) de los ganglios linfáticos. Esto permite la extravasación del linfocito virgen hasta el interior del ganglio a partir de la circulación. | |
Expresan la isoforma de alto peso molecular de CD45 (llamada CD45RA), implicada en la transducción de la señal de activación. |
Veamos un resumen de lo que pasa con los linfocitos T vírgenes una vez que salen del timo:
- Los linfocitos T vírgenes recirculan continuamente entre la sangre y la linfa. Poseen la capacidad de extravasarse desde la corriente sanguínea hasta alguno de los órganos linfoides secundarios, debido a las interacciones entre sus receptores de alojamiento y las diriginas vasculares de las HEV de los ganglios y del MALT. En estos órganos establecen contactos cada día con muchas células presentadoras de antígeno. Si no la encuentra, el linfocito T sale del ganglio vía linfático eferente, pasa a circulación, puede entrar a tejidos (de nuevo escrutando APC adecuadas), y eventualmente regresa al sistema linfático. De esta manera, aumenta la probabilidad de que un linfocito T encuentre la combinación adecuada de péptido:MHC para la que están preparados sus receptores TCR.
- Cuando una célula T virgen se encuentra en la paracorteza del ganglio con una APC que le muestra la combinación adecuada de péptido:MHC, deja de migrar, y se embarca en los pasos que le conducirán a ser activada y a producir un clon de linfocitos T “armados” efectores.
- Los tres tipos de células presentadoras de antígeno profesionales del ganglio son el macrófago, las células dendríticas interdigitantes y las células B. Estos son los únicos tipos celulares capaces de suministrar la señal coestimulatoria. En próximos temas iremos viendo cómo cada una de estas células cumplen misiones concretas, procesando antígenos de clases diferentes de microorganismos, pero ya podemos ver en los esquemas cómo cada tipo de APC se localiza en una zona o zonas determinadas del ganglio. La producción de T efectoras tarda varios días en producirse, al cabo de los cuales dichas células “armadas” salen del órgano linfoide secundario para emigrar a los sitios de infección, donde ejercerán los efectos pertinentes.
Veamos en un poco de más detalle las interacciones celulares que conducen eventualmente a la activación del linfocito T:
Cuando las células T emigran a la paracorteza del ganglio, se van uniendo transitoriamente con las APCs que encuentran en su camino, sobre todo con las células dendríticas. Esta unión inicial es inespecífica, y en ella participan moléculas de adhesión celular: CD2 y LFA-1 de T, que reconocen respectivamente a LFA-3 y las diversas ICAM (ICAM-1, -2 y -3) de la APC. | |
Esta unión, como acabamos de decir, es transitoria, y permite que mientras tanto el linfocito T “escrute” grandes números de moléculas MHC de la APC, en busca de la combinación adecuada péptido:MHC. | |
Si no encuentra esa combinación específica, la célula T se despega de la APC y sigue su camino, interaccionando con otras APCs. Al cabo de unos días, si no ha encontrado el pertinente péptido antigénico enclavado en el surco de MHC, abandona el ganglio vía linfático eferente. | |
Si el linfocito T encuentra su combinación péptido:MHC, la señalización a través del complejo TCR-CD3 induce un cambio conformacional en las moléculas de LFA-1, de modo que éstas aumentan su afinidad por las ICAM de la APC. Ello permite a su vez estabilizar la unión específica entre la célula T y la APC, con lo que el contacto entre ambas se prolonga (hasta varios días), de modo que da tiempo a que el linfocito T se active y prolifere hasta diferenciarse en un clon de células T armadas efectoras. |
Unas 48 horas después de su activación, la célula T se convierte en un blasto (aumenta su tamaño) y comienza a proliferar en el ganglio linfático, diferenciándose al cabo de 5-7 días en una subpoblación de células efectoras especializadas y otra subpoblación de T de memoria. Las células T efectoras pueden ser de tres tipos funcionales diferentes:
T C : son las T matadoras (citotóxicas), que suelen ser fenotípicamente CD8 +, | |
T H 1: son las denominadas T inflamatorias, y su papel estriba en activar a macrófagos. Suelen ser fenotípicamente CD4 +, | |
T H 2: denominadas T colaboradoras o coadyuvantes en sentido estricto, especializadas en secretar ciertas citoquinas que son esenciales en la activación de células B y T. Suelen ser CD4 +, |
De nuevo, hagamos un avance de los detalles que veremos en temas sucesivos, cuando hablemos en extenso de cada uno de estos tipos celulares.
Como sabemos, las T se activan en los órganos linfoides secundarios, tras su contacto con las APCs profesionales, contacto en el que reciben las dos señales (la específica y la coestimulatoria). | |
Una de las manifestaciones centrales de la activación del linfocito T es que al final de la compleja cascada de fosforilaciones y desfosforilaciones que vimos se induce la expresión de varios genes, de los cuales los más importantes son el de la IL-2 y el de su receptor (IL-2R). | |
La secreción autocrina de IL-2 por parte del linfocito T suministra las señales iniciales que permiten que éste entre en el ciclo celular (sale de G 0 ): se activa y prolifera, de modo que durante 4 o 5 días de crecimiento rápido se va produciendo un clon expandido. | |
Finalmente, las células procedentes de esta activación y proliferación se diferencian a células T efectoras (“armadas”). |
Las T efectoras, como ya sabemos, pueden ser de tres tipos, pero aparte de que cada uno posee un arsenal específico, todas comparten una serie de importantes caracteres que las distinguen de las T vírgenes:
Sus requerimientos de activación son diferentes a las T vírgenes: ya no necesitan la señal coestimulatoria. | |
Tienen más sensibilidad a la activación, en parte debido al aumento de moléculas de adhesión CD2 y LFA-1. | |
En los humanos, la mitad de las T efectoras pierden la L-selectina (el receptor de alojamiento), por lo que ya no tienden a extravasarse a los órganos linfoides secundarios. | |
En cambio, expresan otra molécula, la VLA-4, que permite que el T efector se una al endotelio vascular cercano al sitio de infección. De esta manera, pueden pasar a los tejidos donde se encuentra el microorganismo invasor, donde ejercerán su papel efector. |
Todas las funciones efectoras de las T armadas dependen de que interaccionen adecuadamente con una célula propia, que llamaremos célula objetivo.
Las Tc efectoras se suelen denominan linfocitos T citolíticos (CTL), y su célula objetivo es una célula diana, es decir, una célula propia nucleada infectada intracitosólicamente. | |
Las T H 1 (inflamatorias) tienen como objetivo a macrófagos que ya contienen en sus vacuolas algún parásito. El efecto de la unión al macrófago será su activación, que le ayudará a eliminar al invasor. | |
Las T H 2 (colaboradoras “clásicas”) tienen como objetivo principal a los linfocitos B, a los que suministrarán señales claves para que éstos se activen, proliferen y se diferencien hasta células plasmáticas secretoras de anticuerpos. |
Los detalles de cómo es la interacción concreta de cada uno de estos tipos de células T armadas con sus células objetivo los iremos tratando en temas ulteriores, pero ahora vamos a intentar hacernos una idea general de los rasgos comunes:
- La T armada sale del órgano linfoide secundario y emigra a los tejidos donde existe infección, guiada por cambios en la membrana del endotelio (“endotelio inflamado”), que son reconocidos por receptores como el VLA-4.
- La primera interacción de la T con su célula objetivo es a través de moléculas de adhesión celular, carentes pues de especificidad antigénica. El hecho de que la T efectora posee niveles superiores de LFA-1 y CD2 hace que se puedan unir mejor a células no presentadoras, que tienen menores niveles de ICAMs y LFA-3 que las APC.
- La interacción inespecífica mediante moléculas de adhesión celular es breve, a no ser que en ese pequeño lapso de tiempo, el complejo TCR-CD3-correceptor interaccione con la combinación adecuada péptido:MHC. En este caso, la unión específica provoca un cambio en LFA-1, que hace que la unión entre T y la célula objetivo dure más tiempo, tiempo durante el cual la célula T libera sus moléculas efectoras al estrecho espacio intercelular que separa a ambas células.
- En este período de interacción estable desencadenado por la unión específica, la célula T experimenta un notable fenómeno de polarización celular:
Se produce la reorganización del citoesqueleto, de modo que tanto el aparato de Golgi como el centro organizador de los microtúbulos se colocan en la zona de citoplasma cercana a la parte de la membrana que está en contacto con la célula objetivo. | |
Los gránulos de la célula T se orientan hacia esa zona de membrana, con la que finalmente se fusionan, liberando su contenido por exocitosis. La consecuencia es que en el estrecho espacio intercelular se produce una gran concentración de esas moléculas efectoras, que al llegar a la célula objetivo desencadenarán una serie de respuestas (dependiendo del tipo de célula-objetivo) destinadas a eliminar el parásito. |
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Los T de memoria surgen como subpoblaciones diferenciadas a partir de la proliferación de T vírgenes y T efectores durante una respuesta primaria. | |
Permanecen en reposo (fase G 0 ) durante mucho tiempo (hasta 30 años o más), como una subpoblación expandida, una vez que ha declinado la subpoblación “hermana” de células T efectoras. | |
Están preparadas para responder de un modo más rápido e intenso cuando se vuelvan a encontrar con el antígeno (en la respuesta secundaria). Ello se debe en parte a que poseen menores requerimientos para ser activadas. | |
En general poseen el mismo tipo de moléculas de membrana que los T efectores correspondientes. De hecho,los T de memoria y los T efectores son difíciles de distinguir entre sí, salvo que los primeros están en fase G 0 y tardan más tiempo en en responder que los T armados. | |
Al igual que los T vírgenes recirculan continuamente entre la sangre y la linfa, pero al carecer de L-selectina y presentar otras moléculas de adhesión, su patrón de recirculación es distinto: Al carecer de L-selectina, no se unen a las vénulas de endotelio alto (HEV) de los ganglios. En cambio, tienden al tejido terciario (no linfoide), incluyendo la lámina propia del intestino, superficies epiteliales de pulmones, de piel, etc. En general tienden a emigrar al tejido en el que las células T progenitoras fueron estimuladas durante la respuesta primaria. Esto es un valor adaptativo, ya que es evidente que si un patógeno entró por determinado sitio, es probable que una segunda entrada de ese agente tenga lugar en el mismo tipo de tejido. |
Estos linfocitos no fueron descubiertos hasta 1986, en que se reconocieron como una pequeña población de células T periféricas que expresan CD3 pero no el “típico” receptor TCR a b, Constituyen del 5 al 10% de los T periféricos, y del 1 al 3% de los residentes en ganglios y otros órganos linfoides.
Sin embargo, son muy abundantes en la piel, y los epitelios intestinal y pulmonar. En ratón, hasta el 1% de todas las células epidérmicas son linfocitos T g d, que se conocen con el nombre de células dendríticas epidérmicas (DEC). Dichas células expresan los marcadores Thy-1, g d, CD3, pero no CD4 ni CD8.
Proceden del timo. En el epitelio intestinal existe una población diferente de linfocitos intraepiteliales (IEL). Expresan g d, CD3 y CD8, pero carecen de Thy-1 (que como vimos, es el marcador de linaje de las células T maduradas en el timo). Es probable que no procedan del timo, sino de la médula ósea.
Estos linfocitos epiteliales no recirculan, sino que son residentes fijos en esos tejidos epiteliales. Lo curioso es que en cada tipo de epitelio la población residente de T g d muestra un repertorio muy limitado de reordenaciones de segmentos variables; además proceden de “oleadas” distintas surgidas durante la vida fetal.
Hay dos primeras oleadas de células g d, cada una de las cuales se aloja en sitios distintos del animal adulto:
la primera oleada usa el segmento V g 5, y termina alojándose en la epidermis como células dendríticas epidérmicas (DEC). | |
La segunda oleada usa el segmento V g 6 y va a parar al epitelio del tracto respiratorio. |
Ambas oleadas usan la misma región J g y emplean el mismo tipo de cadena d, A diferencia de lo que ocurre con las a b, no hay adición de N-nucleótidos (no hay actividad de la desoxinucleotidil-transferasa terminal). Tras las oleadadas discretas de linfocitos epiteliales tiene lugar una gran oleada continua en la que ya se usan más tipos de segmentos V g, y ya existe adición de N-nucleótidos.
Puesto que estos linfocitos expresan en cada epitelio un solo tipo de receptor, y puesto que no recirculan, se ha propuesto que están especializados en reconocer alteraciones de las superficies de las células epiteliales cuando son infectadas por ciertos patógenos; es decir, más que reconocer a cada patógeno concreto, lo que harían sería detectar rasgos “generales” de células epiteliales que indicarían la presencia de infección. Se cree que estos patógenos inducen proteínas anti-estrés (por ejemplo, proteínas Hsp frente al choque por calor), y de alguna manera este tipo de cambio es lo que reconocerían los linfocitos g d, | |
También parece que los linfocitos intraepiteliales tienen una actividad citotolítica constitutiva: pueden matar enterocitos infectados sobre la base de que éstos poseen una expresión aberrante de moléculas de clase IB del complejo MHC. Sin embargo, no parecen estar restringidos por el MHC clásico. | |
Puede que estos linfocitos sean parte de una línea de defensa inespecífica. Se ha sugerido que pueden representar el nivel más temprano y primitivo en la evolución de la inmunidad “específica” mediada por células. Estas T se habrían especializado en reconocer y combatir patógenos que entran por piel o por intestino. |
Copyright © 1999 Enrique Iáñez Pareja. Prohibida la reproducción con fines comerciales.
: CURSO DE INMUNOLOGÍA GENERAL: 11. Maduración, activación y diferenciación de los linfocitos T
¿Cuál es el minimo de linfocitos?
– Los niveles de linfocitos pueden cambiar en función de la raza, el género, la ubicación y los hábitos de vida de una persona. El rango normal de linfocitos en adultos está entre 1,000 y 4,800 linfocitos en 1 microlitro (µL) de sangre. En los niños, el rango normal está entre 3,000 y 9,500 linfocitos en 1 µL de sangre.
¿Qué significa tener 25 de linfocitos?
Por qué aumentan los linfocitos – Los linfocitos son unas de las principales células del sistema inmunitario y trabajan para evitar infecciones y proteger al organismo de agentes extraños. Los valores normales oscilan entre 1500 y 4000 ml y representan entre el 25% y el 30% de los glóbulos blancos.
- Se elevan cuando hay un proceso vírico.
- Su aumento se denomina linfocitosis y no es una enfermedad, sino un signo que nos alerta de que algo está ocurriendo en el organismo del paciente.
- La linfocitosis puede ser monoclonal o policlonal y se ve al realizarse el paciente un hemograma en una analítica de sangre,
El segundo tipo es más común y está relacionado con infecciones víricas frecuentes. Las principales son:
Gripe (vírica)VaricelaToxoplasmosisTuberculosisPaperasRubeolaCitomegalovirusTos ferinaHerpes simpleVIH
La linfocitosis también puede producirse por trastornos linfoproliferativos. Se denomina linfocitosis monoclonal y está relacionada con un defecto linfoide que provoca este aumento de linfocitos. Es el caso de enfermedades como las leucemias y tumores del sistema hematopoyético, responsable de la producción de células sanguíneas.
Cansancio exageradoDebilidad y mareosFiebre alta o moderadaPérdida de pesoSangrados anormales