Que Excusa Poner Para No Ir Al Instituto?

Que Excusa Poner Para No Ir Al Instituto
Descargar el PDF Descargar el PDF La escuela puede ser lo peor y, algunas veces, solo necesitas un día para ti mismo. Un poco de creatividad es todo lo que necesitas para librarte de tus clases y disfrutar de un día con un relajante tiempo libre. Te brindaremos algunos métodos que puedes utilizar para faltar a clases y hacer que tu ausencia sea creíble.

  1. 1 Crea el ambiente. Diles a tus padres que no te sientes bien con algunos días de anticipación si fingirás estar enfermo. Tu enfermedad será más creíble si tus padres ven algunos síntomas antes del día verdadero en el que finjas estar enfermo.
    • Diles a tus padres que podrías haber comido algo en mal estado en la escuela si fingirás tener un dolor de estómago.
    • Di que has sentido que tu garganta te raspa un poco si fingirás tener un resfriado.
    • Incrementa tu acto la noche anterior al caminar en medio de la noche y al decirles a tus padres que te sientes mal. Puedes imitar tus síntomas de dolor de estómago o de resfriado temprano en el día o solo di “Siento que me estoy enfermando” o “Mi cuerpo no se siente bien”.
  2. 2 Despierta “enfermo”. Despiértate un poco más tarde de lo que debes. Diles a tus padres que no te sientes muy bien. Actúa como si estuvieras enfermo.
    • Camina lentamente, como si tus músculos te dolieran. No te peines el cabello desaliñado al levantarte.
    • Tose o estornuda un poco y di que te sientes mareado si has estado fingiendo los síntomas de la gripe. Frótate el estómago y quéjate porque te duele si has estado fingiendo los síntomas de dolor de estómago.
    • No desayunes demasiado. Con frecuencia, las personas enfermas pierden el apetito, así que esto servirá de ayuda a la ilusión.
  3. 3 Finge tener fiebre. Probablemente, tus padres querrán verificar si tienes fiebre o no ya que esta puede ser una señal de una enfermedad verdadera. Tendrás que hacerles creer que sí tienes fiebre para convencerlos de que realmente estás enfermo.
    • Moja un paño y luego caliéntalo en el horno microondas por 30 segundos antes de pedirles a tus padres que te toquen la frente. Asegúrate de que esté lo suficientemente frío como para no quemarte y luego colócatelo en la frente por 1 minuto más o menos. Esto calentará tu cabeza y cuerpo, y tu frente estará caliente.
    • Hierve algo de agua en la cocina (esto solo se recomienda para los niños mayores). Vierte el agua hirviendo en el fregadero y, cuando el vapor ascienda, párate con la cara por encima de este hasta que te sientas abochornado. Esto calentará tu cara, y te sentirás húmedo y pegajoso cuando el aire fresco te toque.
      • No pongas tu cara directamente encima del fuego, de la cocina o del agua hirviendo para fingir tener fiebre. Estos métodos pueden ser inseguros y pueden ocasionarte unas quemaduras.
    • Calienta un termómetro para la boca o la axila al frotarlo en tus manos hasta que llegue a la temperatura de una fiebre (más alta que esta y puedes arriesgarte a que te lleven al hospital). De igual forma, puedes calentar el termómetro bajo agua caliente hasta que llegue a una temperatura elevada.
  4. 4 Pon una cara valiente al principio y luego ríndete. No digas sí de inmediato si tus padres te preguntan si quieres quedarte en casa. Tienes que actuar como si faltar a clases fuera realmente una decisión difícil de tomar.
    • Piensa al respecto por uno o dos minutos y di “Pero quiero ir a clase de educación física”. Diles “Pensándolo mejor, no estoy seguro de que pueda soportar esta condición todo el día en la escuela”.
    • Estarás libre de hacer lo que quieras cuando tus padres accedan a dejarte quedar en casa.
  5. 5 Mantén el acto para hacer que sea creíble. A pesar de que tengas todo el día para ti, todavía tienes que fingir estar enfermo todo el día, al menos mientras tus padres estén presentes.
    • Actúa realmente enfermo toda la mañana, luego finge lentamente que te sientes un poco mejor durante el día.
    • A la mañana siguiente, actúa como si todavía no te sintieras bien, pero como si tuvieras fuerza suficiente para ir a la escuela.

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  1. 1 Conoce los riesgos. Muchas escuelas tienen monitores, cámaras, guardias de seguridad y profesores vigilando a las personas que salen de la escuela. Podrías arriesgarte en grande si decides faltar a clases de esta forma.
    • Lee las reglas de tu escuela antes de faltar a clases y prepárate para las consecuencias si te atrapan.
  2. 2 Sal de la escuela en el momento apropiado. Tienes que salir cuando haya menos probabilidades de que te descubran si quieres salir del campus estudiantil por un día. Normalmente, esto se da cuando hay muchos estudiantes alrededor.
    • Salir al principio del día puede hacer que te descubran ya que la mayoría de los estudiantes ingresan a la escuela y no se alejan de esta.
    • Trata de ir a tu primera clase de modo que al menos se te vea y luego vete sigilosamente entre las clases. Puedes hacerlo entre las clases de la tarde o alrededor de la hora del almuerzo.
  3. 3 Fíjate en la hora. No querrás alertar a tus profesores y padres acerca de que no has estado en las clases al llegar tarde cuando regreses. Fíjate en la hora cada cierto tiempo para ver cuánto te queda cuando estés fuera de la escuela.
    • Bríndate suficiente tiempo para volver a cambiarte de ropa y ponerte las prendas de la escuela (si te las cambiaste) y regresa al terreno de la escuela para la hora en que suene la última campana.
    • Asegúrate de regresar a la hora y el lugar regulares en los que llegue el autobús o tus padres a recogerte al final del día escolar. Di que has estado enfermo en el cuarto de baño o en una citación si los profesores te ven y te preguntan dónde has estado. Asegúrate de que tus padres no escuchen que un profesor diga que no estuviste en clases.

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  1. 1 Finge terminar tu tarea. Por la mañana, dale mucha importancia a no terminar un deber realmente importante. Actúa alterado, finge llorar y trata de terminarlo coléricamente. Es posible que tus padres sientan lástima por ti y te dejen quedarte en casa para que hagas tu tarea si te ven muy irritado.
    • Esto no funcionará con todos los padres ya que algunos envían a sus hijos a la escuela para que puedan aprender la lección de terminar su trabajo de manera puntual.
  2. 2 Deja pasar el autobús. El simple hecho de perder tu transporte a la escuela te garantizará un día libre si tus padres esperan que llegues al autobús por tu cuenta. Camina realmente lento al paradero de autobuses de modo que lo dejes pasar o solo escóndete hasta que el autobús pase y regresa a casa.
    • También tendrás que esconderte de modo que tus padres no sepan que no estás en la escuela si todavía están en casa después de que supone que tomaste el autobús o si regresan a casa del trabajo al mediodía.
    • Si tus padres son estrictos y aún están en casa después de que supuestamente hayas tomado el autobús, o si llegan a casa al mediodía, deberás escabullirte para evitar que se enteren de que no estás en la escuela.
    • Sé consciente de los riesgos. Si tu vecino ve que no tomaste el autobús, podría decírselo a tus padres.
  3. 3 Cambia la alarma de tus padres. Esto puede ser simple si lo haces con cuidado, pero también implica algunos riesgos: es casi seguro que te atraparán y puedes hacer que tus padres se atrasen para llegar al trabajo.
    • Toma la alarma de despertar de tus padres o su teléfono celular mientras duermen y adelántala 1 a 2 horas. (Cámbiala para que suene a las 7 u 8 a. m si se supone que debe sonar a las 6 a. m). Luego, vuelve a establecer la alarma. De esta forma, cuando suene, tus padres entrarán en pánico por estar atrasados y (probablemente) no tendrán tiempo para llevarte a la escuela.
    • Solo tendrás que cambiar una alarma del reloj o del teléfono celular si un solo padre la coloca. Sin embargo, tendrás que cambiar todas las alarmas si son varias.

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  1. 1 Fingir una notificación de tus padres. Tu escuela querrá saber dónde has estado cuando no has asistido a esta por un día. Escribe una notificación falsa de tus padres para explicar por qué no fuiste un día.
    • Puedes escoger una excusa que suene verdadera. Por ejemplo, que tuviste que ir a un funeral, que tuviste una cita con el dentista o que una mascota falleció.
    • Escribe la notificación a máquina en vez de hacerla a mano. Probablemente, tu escritura no se vea como la de un adulto que se dirige a un profesor, así que no será convincente. Es más seguro hacerlo a máquina, lo que también hará que parezca más oficial.
  2. 2 Habla acerca del día en que faltaste en un lugar donde los profesores puedan escucharte. Inventa algunos buenos detalles acerca del día que tuviste cuando no estuviste en la escuela, lo que sucedió, a quién viste, cómo te sentiste. Luego, utiliza esos detalles para tener una conversación con tus amigos al alcance del oído de tu profesor.
    • Di cuán triste fue ver a tantas personas llorar en el funeral o cuán largo y fastidioso fue el que te limpiaran los dientes en el dentista.
  3. 3 Pide suplir el trabajo que no presentaste. La mayoría de los profesores saben que los niños faltan a clases para librarse de hacer el trabajo, así que ellos nunca se imaginarán que lo hiciste si pides suplir el trabajo al día siguiente. Esto también te hará ver como un estudiante responsable.
    • Actúa como si realmente quisieras hacer el trabajo, incluso si no es así, para hacer que sea más creíble.

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¿Cómo hacer para no ir a clases?

Descargar el PDF Descargar el PDF Quedarte en casa y faltar a la escuela requiere esfuerzo. Si planeas fingir que estás enfermo, un día “libre” de la escuela requiere preparación y habilidades de actuación sólidas. Incluso si no vas a la escuela por un buen motivo, las tareas se acumularán.

  1. 1 Empieza a actuar con anticipación. Si sientas las bases la noche anterior, será más probable que tus padres te crean cuando despiertes y les digas que te sientes enfermo.
    • Mientras más pronto puedas empezar a actuar, más tiempo tendrás para proseguir. Muestra un poco de fatiga la tarde anterior a tu plan, así fingirás tu enfermedad. Por ejemplo, en lugar de corretear fuera de casa al llegar de la escuela, permanece dentro de tu habitación y descansa en ella.
    • Compórtate de forma aletargada cerca de tus padres. Debes darles la impresión de que estás cansado o “te sientes mal”. Por la mañana, no sigas tu rutina normal. Si vas a ver televisión por un rato, recuéstate, y luce desinteresado y desganado. Asimismo, debes ir a la cama temprano y cerciorarte de que tus padres lo noten.
    • Puedes intensificar tu acto comiendo menos en la cena o fingiendo que intentas comer, luego sujeta tu vientre y luce como si sintieras dolor. Diles que te sientes mal. Evidentemente, no debes comer postre. También podrías pedirle a tu padre un poco de té caliente para “aliviar tu estómago”.
    • Diles a tus padres que un chico en la escuela había vomitado o que un amigo no había asistido. Este chico debe ser un amigo que tus padres no conozcan. Esta información les indicará que algo está ocurriendo.
  2. 2 Muestra síntomas. Los síntomas exteriores que son visibles (como una erupción) pueden ser difíciles de fingir de forma convincente, así que por lo general, debes centrarte en mostrar signos externos de dolores y malestares interiores.
    • Si vas al baño con frecuencia, esto puede dar la impresión de que tienes una afección estomacal. Si sales disparado hacia el baño con rapidez de vez en cuando y jalas la cadena del inodoro con mucha frecuencia, esto les indicará a tus padres que tienes diarrea o una intoxicación por alimentos.
    • Si optas por fingir que tienes migraña, deberás actuar como si fueras sensible a la luz y el sonido, y tendrás que indicar que sientes punzadas en la cabeza y náuseas. No debes ver televisión ni escuchar música.
    • Para fingir que tienes dolor de garganta, actúa como si sintieras dolor al ingerir alimentos y pídeles a tus padres un té tibio o alimentos fríos. Chupa algunos caramelos contra la tos y evita hablar en la medida de lo posible. Si te preguntan por qué estás tan callado, indica que te duele la garganta al hablar. También puedes fingir algunos ataques de tos.
    • Indica que tus síntomas se han desarrollado en el transcurso de la noche. Debes empezar tus ataques de tos o tus visitas al baño en algún momento entre la medianoche y las 6:00 a.m.
  3. 3 Sé sutil pero convincente. Uno de los mayores errores que puedes cometer es exagerar tu actuación. Si eres demasiado dramático al fingir tu enfermedad, será más probable que tus padres te descubran.
    • Por lo general, es una mejor idea fingir una enfermedad sencilla en lugar de una que requiera evidencia. Por ejemplo, si imitas el sonido o la apariencia del vómito, este será un movimiento riesgoso, ya que tus padres podrían descubrirte justo cuando deposites la evidencia falsa. Asimismo, si finges una temperatura elevada colocando el termómetro en algo caliente, esto puede ser igual de contraproducente.
    • No protestes demasiado si tus padres te recomiendan quedarte en casa y faltar a la escuela. Podrías creer que lucir preocupado por faltar a clase hará que tu actuación sea más convincente, ya que podrían sospechar de ti si luces demasiado ansioso por quedarte en casa. No obstante, si en verdad te sientes tan mal como finges estarlo, es probable que tus padres no tengan que convencerte para que te quedes en casa. Duda antes de aceptar, pero no te comportes como si de un momento a otro te preocupara faltar a clase, en particular si esa preocupación no va contigo.
  4. 4 No te recuperes con demasiada rapidez. Nunca olvides que tus padres pueden llevarte a la escuela tarde si creen que te has recuperado de forma súbita o si descubren que has fingido tu enfermedad. Si planeas faltar a la escuela fingiendo estar enfermo, tendrás que mantener esa enfermedad fingida durante todo el día escolar.
    • Debes recuperarte poco a poco en el transcurso del día. Descansa y tómate las cosas con calma. Por la tarde, deberás decir que estás empezando a sentirte mejor, pero que aún no te has recuperado por completo. Por la noche, tu recuperación deberá haberse completado.
  5. 5 No finjas estar enfermo con demasiada frecuencia. Si mientes con demasiada frecuencia diciendo que estás enfermo, tus padres podrían no creerte cuando en verdad lo estés, y requieras quedarte en casa y no asistir a la escuela. Anuncio
  1. 1 Si estás enfermo, díselo a tus padres. Este es el motivo más común por el que los estudiantes faltan a la escuela. Si en verdad te sientes mal o crees estar enfermo, díselo a tus padres y pídeles que te dejen quedarte en casa.
    • Muchas escuelas solicitarán que los alumnos permanezcan en casa si tienen una enfermedad u otra condición que podría ser contagiosa. Si te quedas en casa, podrás recuperarte y además no propagarás la enfermedad en la escuela.
    • Por lo general, debes quedarte en casa si tienes fiebre, escalofríos, vómitos, diarrea, náuseas, dolor de garganta, dificultad para ingerir, erupciones, heridas o manchas inusuales, dolor de oído, dolor de cabeza moderado o grave, dolor muscular moderado, malestar muscular, sibilancias, dificultad para respirar, ojos enrojecidos o con quemazón, o piojos.
    • Asimismo, quizás debas quedarte en casa si presentas tos, estornudos o congestión nasal.
    • Quédate en casa hasta estar libre de síntomas sin consumir medicamentos por un periodo de 24 horas, si es posible.
  2. 2 Quédate en casa luego de una tragedia. Por ejemplo, si hace poco has perdido a un familiar, amigo u otra persona cercana a ti, tu pena será un motivo válido para quedarte en casa y no asistir a la escuela. Sé sincero con tus padres sobre lo mucho que la pérdida te ha afectado.
    • Si la tragedia te ha afectado a ti, pero no a tus padres, podría preocuparte que no comprendan tu pena. No obstante, la pena es un sentimiento universal, y la mayoría de las personas al menos pueden identificarse con ella lo suficiente como para permitir que una persona triste tenga un tiempo para superarla.
    • Ten en cuenta que, por necesidad, tu periodo de pena inicial tendrá un final. La pena intensa podría durar por mucho tiempo, y quizás no puedas remediarla por tu cuenta. No obstante, si sientes que no eres capaz de ir a la escuela luego de una semana, deberás contemplar la opción de conversar con un consejero para que te ayude a superar tu pena.
  3. 3 Sé sincero si tienes problemas de acoso. Si eres víctima de un acosador o un grupo de acosadores en la escuela, conversa con tus padres o tutores legales sobre ello. Explica lo difícil que se ha vuelto la vida escolar debido al acoso y pide permiso para descansar uno o dos días mientras se solucionan los problemas.
    • Muchos estudiantes cometen el error de no hablar sobre su problema de acoso. Podría preocuparte que luzcas como un débil, que te tilden de “soplón” o que las cosas empeoren si hablas de ello. Nada mejorará si no adoptas medidas para acabar con el acoso; además, si en tus años de adolescencia obtienes la ayuda de tus padres, profesores u otros adultos que conozcas, esta será una de las cosas más eficaces que podrás hacer para detener el acoso.
    • El acoso puede tener efectos a largo plazo, como la ansiedad, la depresión y el insomnio. Cuida tu bienestar futuro hablando sobre el acoso cuando ocurra.
  4. 4 Pídeles que te permitan faltar a clases. Dile a tu madre o tu padre que te gustaría pasar un día especial con ellos, y pídeles que informen en sus trabajos que están enfermos. Este plan podría funcionar muy bien si pronto vas a graduarte y mudarte a la universidad, o si es un día de trabajo leve para ti y tu padre (p. ej., no tienes ningún examen o tarea pendiente y tu padre no tiene un plazo límite por cumplirse).
  5. 5 Obtén permiso para un día de descanso a fin de garantizar tu salud mental. Es importante que hables con tus padres sobre el estrés y la ansiedad. En ocasiones, los adultos olvidan lo estresante que puede ser la vida escolar; sin embargo, la verdad es que esta puede ser muy difícil.
    • Si crees que podrías tener un problema de salud mental grave (como la depresión o un trastorno de ansiedad), también pídeles a tus padres que reserven una cita con un doctor. Esto puede destacar la gravedad de tu estrés ante tus padres; además, si en verdad tienes un trastorno, una visita al doctor podrá ayudarte a controlarlo.
  6. 6 Quédate en casa si el clima u otras condiciones ambientales lo requieren. El sistema escolar podría cancelar las clases del día si hay una tormenta de nieve masiva, una inundación considerable u otras circunstancias que hagan que corras peligro al ir a la escuela. No obstante, si las condiciones son peligrosas y la escuela no cierra, puedes quedarte en casa.
    • Por lo general, tu padre o tutor legal podrá determinar si las condiciones son lo suficientemente graves como para justificar que te quedes en casa, así que es probable que no puedas hacer mucho para convencerlo. Si tus padres no irán al trabajo debido al clima, es probable que sean más receptivos con la idea de que también te quedes en casa y no asistas a la escuela.
  7. 7 Ten en cuenta otras circunstancias especiales. Unas vacaciones familiares o la visita de un familiar que viva lejos podrían darte un motivo para no asistir a la escuela. Sin embargo, no debes faltar a la escuela con demasiada frecuencia por estos motivos.
    • Ten en cuenta que muchas escuelas no aceptarán este tipo de razones como excusas válidas. Si este es el caso en tu escuela, tendrás que indicárselo a tus padres para informar a la escuela que faltarás sin brindar un motivo.
    • Por lo general, si sabes con anticipación que te quedarás en casa, tu padre o tutor legal deberá escribir una nota para que la lleves uno o dos días antes de tu ausencia planeada. Esto permitirá que los profesores tengan tiempo para alistar el trabajo que llevarás a casa para cubrir tu ausencia.

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  1. 1 Llega tarde a propósito. Planifica un “tiempo de retraso” en tu rutina matinal, así habrás tardado algunos minutos suficientes como para no poder llegar a la escuela a la hora adecuada.
    • Vístete con mucha lentitud. Derrama tu desayuno sobre ti para que tengas que cambiarte. Vuelve a vestirte, pero con mucha lentitud.
    • Finge que no puedes encontrar algo que en verdad necesitas, como uno de tus zapatos o tus pantalones cortos de gimnasia. Demórate de 5 a 10 minutos para encontrarlos.
    • Quéjate en voz alta sobre el mal día que tienes; empieza a llorar si es necesario. Si tienes suerte, tu padre podría mostrar empatía por ti y dejar que te quedes en casa.
    • Ten en cuenta que tu tardanza afecta a otros (como a tus padres), quienes podrían tener que llegar al trabajo a una hora determinada. Ten en cuenta que podrías poner en peligro su trabajo, y determina si faltar a la escuela vale la pena.
  2. 2 Pierde el autobús. Podrías perder el autobús por accidente, o podrías planear hacerlo. De cualquier modo, perder el autobús podría permitirte faltar a clases si tus padres se van al trabajo temprano por la mañana o si no tienen tiempo para llevarte a la escuela.
    • Ve a la parada del autobús justo después de la hora en la que este suela partir. No debes ser muy obvio con los planes de perder el autobús. No obstante, debes tomarte un buen tiempo para regresar a casa caminando desde la parada. Si tienes suerte, tus padres no tendrán tiempo de llevarte a la escuela a la hora a la que llegues a casa.
    • Si tus padres no están en casa cuando pierdes el autobús, deberás contarles lo ocurrido cuando ya no puedan recogerte para llevarte a la escuela. Habla como si estuvieras un poco decepcionado por faltar a clases, así no sospecharán que has perdido el autobús a propósito. Por ejemplo, podrías indicar que es muy malo que vayas a perderte el experimento genial que ibas a probar en la clase de ciencias.
    • Si uno de tus padres aún está en casa luego de que hayas perdido el autobús, podría ofrecerse a llevarte a la escuela de camino a su trabajo. Enfatiza que no deseas que llegue tarde al trabajo. Dile que estás listo para lidiar con las consecuencias de llegar tarde, pero que no deseas que tu tardanza afecte su rutina. Sin embargo, no suenes muy exagerado. Es probable que tus padres puedan detectar tus mentiras con mucha eficacia.
  3. 3 Pierde cosas. No puedes ir a la escuela sin tus libros o la memoria USB que tiene tu tarea, ¿no es así? Busca por todas partes lo que hayas perdido. Mientras más desordenada suela estar tu casa, más fácil será demorar tu búsqueda para pasarte de la hora en la que debas partir a la escuela.
    • Los objetos más pequeños serán más fáciles de “perder”. Por ejemplo, tu mamá podría no creerte si le indicas que has perdido tu mochila o tu laptop.
    • Mientras más importante sea el objeto, mayor será la probabilidad de que tengas que faltar a la escuela si no puedes encontrarlo. Por ejemplo, si pierdes tus gafas o tus lentes de contacto, esto será más relevante que perder tu cuaderno, ya que afectará tu capacidad de aprender en el transcurso del día escolar. Además, según lo mala que sea tu visión, esto también podría afectar a tu capacidad de no tropezarte.
    • Si conduces para ir a la escuela, podrías perder tus llaves. No obstante, si adoptas este hábito, podrías sufrir consecuencias graves (como que tu padre suspenda tus privilegios con el auto y te haga tomar el autobús).

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  1. 1 Convence a uno de tus padres o un tutor para que llame a tu escuela. Este es un procedimiento estándar. Tu padre o tutor legal tendrá que llamar a la escuela y explicar que no podrás asistir ese día.
    • La mayoría de las escuelas solo solicitan que tu padre o tutor legal indique que no asistirás ese día. No obstante, algunas escuelas más estrictas podrían solicitar una excusa específica, por lo que tendrás que revisar el manual de tu escuela. El objetivo de esta práctica es disminuir la cantidad de ausencias no justificadas y mantener un control de los tipos de enfermedades contraídas en los alrededores.
  2. 2 Llama tú mismo si la escuela lo permite. Muchas escuelas solicitan que uno de los padres o un tutor legal del estudiante llame sin importar la edad de este último; sin embargo, algunas permiten que un estudiante considerado mayor de edad según la ley (de 18 años en adelante) haga la llamada en su nombre.
  3. 3 Obtén una nota escrita por un doctor. En el caso de los periodos largos de enfermedad, tu escuela podría solicitar que uno de tus padres, un tutor, un familiar o tú lleven una nota firmada por un doctor y en la cual se indique que en verdad estás enfermo y necesitas más tiempo para recuperarte.
    • Se requerirá una nota de un doctor si tu enfermedad ha excedido un determinado periodo de tiempo. La cantidad exacta de tiempo puede variar por distrito, por lo que tendrás que revisar las reglas de tu escuela para saber en qué punto requerirás esta nota. Esta cantidad de tiempo suele variar entre 3 y 10 días, siendo lo más común que el estudiante se tome 10 días.

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¿Cómo justificar una falta en la escuela?

▷ ¿Cómo justificar faltas escolares?【Carta Modelo】 Formatos de cartas para editar y justificar faltas en escuelas, colegios o universidad por enfermedad o motivos personales. Los estudiantes están en la obligación de asistir a todas las clases programadas en su institución, las faltas pueden ocasionar vacíos en una futura evaluación y hasta perder el nivel. Que Excusa Poner Para No Ir Al Instituto

¿Cómo decirle a alguien que no vas a ir?

Incluye un toque emocional, un “Lamento” o “Siento” – Nada mejor que darle un punto emocional a la situación y añadir una palabra de este tipo, es un comodín que viene genial cuando uno tiene que denegar una invitación o decir que no a un proyecto, Si después del lamento incluyes un “mucho” será todavía más polite.

“Agradezco mucho tu invitación al congreso de este año. Lamento mucho no asistir”.”Gracias por tu interés. Siento mucho no facilitarte la información que precisas”.

En fin, simple y sencillo: agradece, cero excusas, y un toque emocional. Que tengas un gran día. SUSCRÍBETE A MI NEWSLETTER y recibe nuevas herramientas y recursos Como decir no educadamente Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Suponemos que estas de acuerdo, también puede negarlo si lo deseas. Aceptar Leer Más

¿Cómo decirle a mi mamá que no quiero ir a la escuela?

Cómo decirles a tus padres que no quieres seguir estudiando – En primer lugar, reúne a tus padres en un lugar íntimo donde podáis conversar sin distracciones —como el salón de casa— para comunicarles tu anuncio. No les preocupes de primera mano, diles que quieres comentarles un asunto pero que no es muy importante, para que no sientan pánico al principio ni se muestren negativos,

Cuando hayan tomado asiento, diles que estás planteándote dejar de estudiar y que ya no tienes motivaciones para hacerlo. A continuación, cuéntales los motivos que te han llevado a querer tomar esa decisión con tranquilidad, seguridad en tus palabras y asertividad. Ante cualquier reacción que ellos tengan, muéstrate comprensivo y mantén la calma mientras tratas de convencerles de que es lo mejor para ti.

Y para ellos también, porque no tendrán que estar pagando algo que según tu propio interés y convicción no va a servirte de nada. Recuerda que lo más importante para ellos es tu felicidad, nada les importa más que eso, así que tomes la decisión que tomes acabaran siendo comprensivos contigo.