Como Hacer Para No Ir Al Instituto?

Como Hacer Para No Ir Al Instituto
Descargar el PDF Descargar el PDF La escuela puede ser lo peor y, algunas veces, solo necesitas un día para ti mismo. Un poco de creatividad es todo lo que necesitas para librarte de tus clases y disfrutar de un día con un relajante tiempo libre. Te brindaremos algunos métodos que puedes utilizar para faltar a clases y hacer que tu ausencia sea creíble.

  1. 1 Crea el ambiente. Diles a tus padres que no te sientes bien con algunos días de anticipación si fingirás estar enfermo. Tu enfermedad será más creíble si tus padres ven algunos síntomas antes del día verdadero en el que finjas estar enfermo.
    • Diles a tus padres que podrías haber comido algo en mal estado en la escuela si fingirás tener un dolor de estómago.
    • Di que has sentido que tu garganta te raspa un poco si fingirás tener un resfriado.
    • Incrementa tu acto la noche anterior al caminar en medio de la noche y al decirles a tus padres que te sientes mal. Puedes imitar tus síntomas de dolor de estómago o de resfriado temprano en el día o solo di “Siento que me estoy enfermando” o “Mi cuerpo no se siente bien”.
  2. 2 Despierta “enfermo”. Despiértate un poco más tarde de lo que debes. Diles a tus padres que no te sientes muy bien. Actúa como si estuvieras enfermo.
    • Camina lentamente, como si tus músculos te dolieran. No te peines el cabello desaliñado al levantarte.
    • Tose o estornuda un poco y di que te sientes mareado si has estado fingiendo los síntomas de la gripe. Frótate el estómago y quéjate porque te duele si has estado fingiendo los síntomas de dolor de estómago.
    • No desayunes demasiado. Con frecuencia, las personas enfermas pierden el apetito, así que esto servirá de ayuda a la ilusión.
  3. 3 Finge tener fiebre. Probablemente, tus padres querrán verificar si tienes fiebre o no ya que esta puede ser una señal de una enfermedad verdadera. Tendrás que hacerles creer que sí tienes fiebre para convencerlos de que realmente estás enfermo.
    • Moja un paño y luego caliéntalo en el horno microondas por 30 segundos antes de pedirles a tus padres que te toquen la frente. Asegúrate de que esté lo suficientemente frío como para no quemarte y luego colócatelo en la frente por 1 minuto más o menos. Esto calentará tu cabeza y cuerpo, y tu frente estará caliente.
    • Hierve algo de agua en la cocina (esto solo se recomienda para los niños mayores). Vierte el agua hirviendo en el fregadero y, cuando el vapor ascienda, párate con la cara por encima de este hasta que te sientas abochornado. Esto calentará tu cara, y te sentirás húmedo y pegajoso cuando el aire fresco te toque.
      • No pongas tu cara directamente encima del fuego, de la cocina o del agua hirviendo para fingir tener fiebre. Estos métodos pueden ser inseguros y pueden ocasionarte unas quemaduras.
    • Calienta un termómetro para la boca o la axila al frotarlo en tus manos hasta que llegue a la temperatura de una fiebre (más alta que esta y puedes arriesgarte a que te lleven al hospital). De igual forma, puedes calentar el termómetro bajo agua caliente hasta que llegue a una temperatura elevada.
  4. 4 Pon una cara valiente al principio y luego ríndete. No digas sí de inmediato si tus padres te preguntan si quieres quedarte en casa. Tienes que actuar como si faltar a clases fuera realmente una decisión difícil de tomar.
    • Piensa al respecto por uno o dos minutos y di “Pero quiero ir a clase de educación física”. Diles “Pensándolo mejor, no estoy seguro de que pueda soportar esta condición todo el día en la escuela”.
    • Estarás libre de hacer lo que quieras cuando tus padres accedan a dejarte quedar en casa.
  5. 5 Mantén el acto para hacer que sea creíble. A pesar de que tengas todo el día para ti, todavía tienes que fingir estar enfermo todo el día, al menos mientras tus padres estén presentes.
    • Actúa realmente enfermo toda la mañana, luego finge lentamente que te sientes un poco mejor durante el día.
    • A la mañana siguiente, actúa como si todavía no te sintieras bien, pero como si tuvieras fuerza suficiente para ir a la escuela.

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  1. 1 Conoce los riesgos. Muchas escuelas tienen monitores, cámaras, guardias de seguridad y profesores vigilando a las personas que salen de la escuela. Podrías arriesgarte en grande si decides faltar a clases de esta forma.
    • Lee las reglas de tu escuela antes de faltar a clases y prepárate para las consecuencias si te atrapan.
  2. 2 Sal de la escuela en el momento apropiado. Tienes que salir cuando haya menos probabilidades de que te descubran si quieres salir del campus estudiantil por un día. Normalmente, esto se da cuando hay muchos estudiantes alrededor.
    • Salir al principio del día puede hacer que te descubran ya que la mayoría de los estudiantes ingresan a la escuela y no se alejan de esta.
    • Trata de ir a tu primera clase de modo que al menos se te vea y luego vete sigilosamente entre las clases. Puedes hacerlo entre las clases de la tarde o alrededor de la hora del almuerzo.
  3. 3 Fíjate en la hora. No querrás alertar a tus profesores y padres acerca de que no has estado en las clases al llegar tarde cuando regreses. Fíjate en la hora cada cierto tiempo para ver cuánto te queda cuando estés fuera de la escuela.
    • Bríndate suficiente tiempo para volver a cambiarte de ropa y ponerte las prendas de la escuela (si te las cambiaste) y regresa al terreno de la escuela para la hora en que suene la última campana.
    • Asegúrate de regresar a la hora y el lugar regulares en los que llegue el autobús o tus padres a recogerte al final del día escolar. Di que has estado enfermo en el cuarto de baño o en una citación si los profesores te ven y te preguntan dónde has estado. Asegúrate de que tus padres no escuchen que un profesor diga que no estuviste en clases.

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  1. 1 Finge terminar tu tarea. Por la mañana, dale mucha importancia a no terminar un deber realmente importante. Actúa alterado, finge llorar y trata de terminarlo coléricamente. Es posible que tus padres sientan lástima por ti y te dejen quedarte en casa para que hagas tu tarea si te ven muy irritado.
    • Esto no funcionará con todos los padres ya que algunos envían a sus hijos a la escuela para que puedan aprender la lección de terminar su trabajo de manera puntual.
  2. 2 Deja pasar el autobús. El simple hecho de perder tu transporte a la escuela te garantizará un día libre si tus padres esperan que llegues al autobús por tu cuenta. Camina realmente lento al paradero de autobuses de modo que lo dejes pasar o solo escóndete hasta que el autobús pase y regresa a casa.
    • También tendrás que esconderte de modo que tus padres no sepan que no estás en la escuela si todavía están en casa después de que supone que tomaste el autobús o si regresan a casa del trabajo al mediodía.
    • Si tus padres son estrictos y aún están en casa después de que supuestamente hayas tomado el autobús, o si llegan a casa al mediodía, deberás escabullirte para evitar que se enteren de que no estás en la escuela.
    • Sé consciente de los riesgos. Si tu vecino ve que no tomaste el autobús, podría decírselo a tus padres.
  3. 3 Cambia la alarma de tus padres. Esto puede ser simple si lo haces con cuidado, pero también implica algunos riesgos: es casi seguro que te atraparán y puedes hacer que tus padres se atrasen para llegar al trabajo.
    • Toma la alarma de despertar de tus padres o su teléfono celular mientras duermen y adelántala 1 a 2 horas. (Cámbiala para que suene a las 7 u 8 a. m si se supone que debe sonar a las 6 a. m). Luego, vuelve a establecer la alarma. De esta forma, cuando suene, tus padres entrarán en pánico por estar atrasados y (probablemente) no tendrán tiempo para llevarte a la escuela.
    • Solo tendrás que cambiar una alarma del reloj o del teléfono celular si un solo padre la coloca. Sin embargo, tendrás que cambiar todas las alarmas si son varias.

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  1. 1 Fingir una notificación de tus padres. Tu escuela querrá saber dónde has estado cuando no has asistido a esta por un día. Escribe una notificación falsa de tus padres para explicar por qué no fuiste un día.
    • Puedes escoger una excusa que suene verdadera. Por ejemplo, que tuviste que ir a un funeral, que tuviste una cita con el dentista o que una mascota falleció.
    • Escribe la notificación a máquina en vez de hacerla a mano. Probablemente, tu escritura no se vea como la de un adulto que se dirige a un profesor, así que no será convincente. Es más seguro hacerlo a máquina, lo que también hará que parezca más oficial.
  2. 2 Habla acerca del día en que faltaste en un lugar donde los profesores puedan escucharte. Inventa algunos buenos detalles acerca del día que tuviste cuando no estuviste en la escuela, lo que sucedió, a quién viste, cómo te sentiste. Luego, utiliza esos detalles para tener una conversación con tus amigos al alcance del oído de tu profesor.
    • Di cuán triste fue ver a tantas personas llorar en el funeral o cuán largo y fastidioso fue el que te limpiaran los dientes en el dentista.
  3. 3 Pide suplir el trabajo que no presentaste. La mayoría de los profesores saben que los niños faltan a clases para librarse de hacer el trabajo, así que ellos nunca se imaginarán que lo hiciste si pides suplir el trabajo al día siguiente. Esto también te hará ver como un estudiante responsable.
    • Actúa como si realmente quisieras hacer el trabajo, incluso si no es así, para hacer que sea más creíble.

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¿Qué hago si no quiero ir a la secundaria?

¿Por qué a algunos niños no les gusta la escuela? – Si no te gusta ir a la escuela, lo primero que tienes que hacer es descubrir por qué. Es posible que no te guste porque otro niño te molesta o porque un niño que no te agrada quiere juntarse contigo.

Quizá no te llevas bien con tu maestro. Quizá te sientes diferente o preocupado porque no tienes muchos amigos. En ocasiones, se trata de un problema con las clases y la tarea escolar. Quizás, las tareas te resultan demasiado fáciles y te aburres. Quizá el trabajo es demasiado difícil o no te sientes tan inteligente como los demás niños.

Te cuesta leer, o haver matemáticas, pero se espera que leas mucho y hagas muchos ejercicios de matemática. Te atrasas cada vez más y parece que nunca podrás ponerte al día. Quizá tienes preocupaciones, estrés o problemas que te impiden concentrarte en la tarea escolar.

¿Cómo convencer a mi mamá de no ir a clases?

Pide permiso. No asumas que siempre obtendrás lo que deseas. Si quieres faltar a la escuela, cualquiera que sea el motivo, pregúntale a tus padres si están de acuerdo. Encuentra un momento en el que tus padres estén de buen humor. Si les preguntas en un mal momento, es posible que no les agrade mucho la idea.

¿Cuándo puedo dejar de ir al instituto?

Como Hacer Para No Ir Al Instituto ¿A partir de qué edad es obligatorio llevar a un niño al colegio? A pesar de que la mayoría de los padres prefieren que sus hijos empiecen el colegio a los 3 años, en España la escolarización no es obligatoria hasta los 6 años, cuando se inicia la Educación Primaria.

Y ¿hasta qué edad es obligatorio estar escolarizado? Hasta los 16 años. Los alumnos pueden repetir un máximo de dos cursos y continuar hasta los 18 años de edad. No obstante, al cumplir los 16 años, el alumno y sus padres pueden decidir dar por finalizada su escolarización obligatoria. En ese caso, el alumno recibirá un Certificado de Escolaridad.

¿Puedo educar a mis hijos en casa sin escolarizaros? La enseñanza en el hogar no está reconocida legalmente en España, de hecho la escolarización es obligatoria de los 6 a los 16 años de edad. Por eso, si tomamos la decisión de no inscribir a nuestro hijo en un centro escolar hay que tener en cuenta que la falta de escolarización de un menor se considera una situación de riesgo o de desamparo.

Por eso, en la mayoría de casos, los Servicios Sociales acaban actuando, elaborando un informe a la Fiscalía de menores que archivará el caso si no considera que exista un riesgo o lo llevará ante el juez. ¿Existe alguna ley que indique a partir de qué edad pueden ir los niños solos al colegio? Ni la ley ni la jurisprudencia indica nada al respecto.

Son los padres o tutores legales quien deben valorar las circunstancias de cada menor para tomar la decisión de si pueden volver solos del cole. Eso sí, es conveniente consultar con el colegio para conocer sus reglas, ya que, la mayoría de los centros solicitan una autorización firmada por los tutores si el menor va a ir solo a su casa.

¿Debo autorizar a quien vaya a recoger a mi hijo al colegio? La decisión sobre quién recoge a un niño del centro escolar corresponde a sus padres, madres o representantes legales, aunque cada colegio establece sus propias reglas. En la mayoría de casos piden que se avise con anterioridad, que se firme una autorización y que la persona que viene a recoger al menor muestre su DNI.

¿Se puede cambiar de colegio a un menor sin consentimiento de un progenitor? Por lo general, no, ya que la mayoría de parejas separadas o divorciadas comparten la patria potestad de los hijos al margen de quién tiene su guarda y custodia. Por eso, las decisiones relevantes que afectan a la vida de los menores deben estar acordadas por ambos.

¿Se necesita la autorización de la expareja para apuntar a un niño a una actividad extraescolar? ¿Se debe pagar a medias entre los progenitores? Por lo general las actividades extraescolares son un gasto extraordinario que no se contemplan dentro de la pensión alimenticia. Si queremos que el otro progenitor se haga cargo de este gasto al 50% se le debe comunicar con antelación.

Si se opone, no podemos obligarle a costear este gasto pero sí podremos apuntarle a la actividad. Diferente es cuando la actividad se considera necesaria (como podría ser la necesidad de acudir a clases de repaso). ¿Los gastos de libros, matrículas y material escolar entran dentro de la pensión alimenticia? La pensión alimenticia se fija para cubrir todas las necesidades de los hijos: vestimenta, asistencia médica, educación, alimentos, vivienda, etc.

  1. Los gastos extraordinarios son imprevisibles, no se sabe si se producirán ni cuándo lo harán, y, en consecuencia, no son periódicos.
  2. Los gastos escolares sí son previsibles y periódicos, por ello deben de estar incluidos como gastos ordinarios en la pensión alimenticia, salvo que expresamente en la Sentencia o en el convenio regulador se establezca que se considerarán gastos extraordinarios.

¿Puede el centro escolar publicar fotos de mi hijo en su web? Las imágenes que permiten identificar a las personas que aparecen en ellas se consideran de datos de carácter personal. Por eso, si el centro escolar quiere publicarlas en su web debe solicitar previamente el consentimiento.

  • En caso de los menores de 14 años, el consentimiento lo dan los padres o tutores (ambos progenitores si están separados o divorciados).
  • A partir de los 14 años, aunque el menor puede en determinadas circunstancias disponer de su imagen y sus datos, es habitual que el colegio solicite el consentimiento de sus padres o tutores.

¿A partir de qué edad mi hijo puede abrirse una cuenta en una red social? Se tolera que los mayores de 14 años abran cuentas en redes sociales aunque hay que ver las condiciones que indica la propia red social. Eso sí, es conveniente que los padres conozcan y expliquen a sus hijos las consecuencias de intervenir en una red social, en especial la cesión de datos e imágenes.

¿Por qué la gente no estudia?

La investigación llevada a cabo en los últimos años para averiguar las causas del abandono escolar temprano, confirma que éste es un proceso complejo y multidimensional, influido por circunstancias de la escuela y del entorno escolar con importantes implicaciones sociales y culturales.

  • La investigación también confirma que buena parte de los alumnos que abandonan la escuela lo hacen a pesar de que son conscientes de que la educación y la formación pueden aumentar sus oportunidades de conseguir un mejor empleo y mayores salarios en el futuro.
  • Los distintos factores que influyen en el abandono escolar temprano se pueden agrupar del siguiente modo: – Características individuales,

Dificultades de aprendizaje, problemas de salud, escaso conocimiento de la lengua de instrucción, baja autoestima, etc., pueden propiciar el abandono escolar temprano. – Razones relacionadas con la educación, La mayoría de los que abandonan encuentran insatisfactorio el entorno de aprendizaje por diversas razones.

  1. Tienen bajos resultados y una interacción negativa con los profesores.
  2. También hay evidencia de que el abandono escolar temprano puede estar relacionado con determinadas características de las escuelas, como el tamaño, los recursos disponibles y apoyo que reciben los alumnos con problemas educativos o de conducta.

Los centros pequeños tienden a tener menor tasa de abandono. – Razones relacionadas con el empleo, Un problema emergente en algunos países es la disponibilidad de trabajo a tiempo parcial para los jóvenes que cursan secundaria superior que podría suponer el abandono para aquellos que están en una situación de riesgo.

Pero, por otro lado, se ha comprobado que un empleo a tiempo parcial, si este es moderado (10/15 horas semanales), podría reducir el abandono escolar. – Razones relacionas con la familia, Algunas familias con dificultades económicas o las que no reconocen el valor de la educación pueden animar a sus hijos al abandono escolar temprano.

Sin embargo, en algunas culturas, las familias con bajo nivel socio-económico son más ambiciosas en el nivel educativo de sus hijos que las de nivel socio-económico más elevado. – Efectos de los compañeros, Para los jóvenes en riesgo de abandono escolar temprano, los amigos, en algunos casos, o ser rechazado por los amigos, en otros, pueden influir en la decisión de abandonar los estudios.

– Experiencias y circunstancias ocurridas desde los primeros años de escolarización, como la agresividad sufrida o unas pobres expectativas de los padres sobre la educación de sus hijos, por ejemplo, pueden tener efectos negativos posteriores en su rendimiento y favorecer el abandono escolar temprano.

– Discriminación en los centros escolares. La discriminación que algunos alumnos sufren en determinados centros escolares, principalmente en aspectos religiosos, de orientación sexual o discapacidad, frecuentemente en forma de “bullying” o acoso, conducen al abandono escolar.